La Junta reactiva los trámites para construir la depuradora del Bajo Guadalhorce

La Junta de Andalucía vuelve a poner en marcha la maquinaria para impulsar de una vez por todas la construcción de la depuradora del Bajo Guadalhorce, que canalizará las aguas residuales de Pizarra, Álora y Coín que actualmente acaban en el río sin ningún tipo de tratamiento previo. La actuación, que se financiará con fondos europeos y parte (20% restante) con el dinero que el Gobierno autonómico viene recaudando desde mayo de 2011 a través del canon de infraestructuras que se aplica en la factura del agua, lleva pendiente desde 2007, cuando fue adjudicada por 5,9 millones. Una inversión a la que hay que sumar otra de 5,7 millones para los 28 kilómetros de tuberías que conducirán los residuos que generan estos tres municipios (suman 45.000 habitantes) hasta la estación que se levantará en Pizarra, en la zona conocida como La Aljaima en la confluencia de los ríos Grande y Guadalhorce.

El inicio de las obras sigue sin fecha, pero de momento el proyecto vuelve a estar vivo al salir ayer a información pública tanto la modificación del proyecto como el listado de fincas que tendrán que ser expropiadas, abriéndose un plazo de 30 días para que sus propietarios puedan presentar las alegaciones que consideren oportunas. Este paso se da después de que el Ayuntamiento de Coín haya renunciado por motivos económicos a contar con su propia depuradora y haya aprobado finalmente beneficiarse de la que ya estaba contemplada para estas tres localidades. Para ello, el pasado mes de septiembre dio luz verde al convenio entre la Consejería de Medio Ambiente y los tres consistorios para la financiación, construcción y puesta en servicio de las instalaciones, un acuerdo que a día de hoy sigue sin ser rubricado.

Una vez se formalice la adquisición de los terrenos podrán comenzar los trabajos. En el caso de la depuradora, el plazo de ejecución es de 17 meses, a lo que habrá que sumar el periodo de pruebas. La planta La planta tendrá capacidad para tratar 8.295 metros cúbicos de agua al día mediante dos decantadores, además de contar con sistemas para evitar los malos olores. Para que las aguas residuales lleguen a la depuradora se van a crear dos colectores. El primero, de 18.595 metros, recogerá los vertidos de Álora y Pizarra, contemplándose para su impulsión una estación de bombeo. El segundo, de 9.411 metros, hará lo propio con Coín.

La tercera de Málaga capital

La actuación que sí que es una realidad en la comarca del Guadalhorce es la instalación con un coste de 8,6 millones de una tubería que recogerá las aguas de Alhaurín el Grande y Cártama hasta el río Campanillas, donde está previsto que conecte con otro colector hasta la tercera depuradora de Málaga, que también sigue pendiente de que Junta y Ayuntamiento desbloqueen el proyecto después de que el Ejecutivo autonómico apostara por reducir su capacidad de tratamiento (de 100.000 a 43.000 metros cúbicos diarios).

Después de un parón de siete meses, los responsables de Medio Ambiente de ambas administraciones (el delegado Adolfo Moreno y el concejal Raúl Jiménez) se reunirán el próximo jueves para intentar llegar a una salida. A falta de la propuesta que pueda llevar la Junta, desde el Consistorio se muestran abiertos a contemplar una rebaja de la capacidad de depuración, aunque siempre que se contemple descargar la planta situada junto al polígono Guadalhorce de un caudal equivalente al que generan Torremolinos y Alhaurín de la Torre.