Una boda hindú en el corazón de Marbella

Unir las tradiciones españolas y las hindúes en una misma celebración sin que ninguna de ellas resultara fuera de lugar fue el reto al que ... se enfrentaron Shilpa y Eguiar a la hora de proyectar su boda. Eguiar nació y se crió en Canarias y Shilpa es hindú, aunque residente en Estados Unidos desde niña. Los enamorados querían homenajear sus raíces sin dejar de ser ellos mismos y conservando un ambiente íntimo, teniendo en cuenta que acudirían casi 250 invitados. Con estas premisas, se pusieron en manos de la wedding planner internacional Lucía Fraga, de Caprichia Weddings & Occasions, quien diseñó para ellos un enlace colorido y alegre, y al mismo tiempo elegante y cargado de sentido. Tal y como manda la tradición, los festejos duraron cinco días, comenzaron con una fiesta íntima el miércoles y terminaron con un almuerzo junto a la playa el domingo. «Contar con Lucía fue estupendo, adaptó todas nuestras peticiones sin perder la esencia ni la belleza natural del paisaje», destaca la novia. De hecho, instalaron un perfecto mandap (altar hindú para las bodas) en el césped de la casa, con las montañas como telón de fondo. La integración entre las diferentes culturas fue muy armónica y favoreció que todos los invitados se sintiesen muy cómodos. Al ser la familia de Shilpa del sur de la India, la ceremonia fue oficiada por un sacerdote Telugu con todos los ritos propios de su religión, llenos de simbología y emoción.