Trece claves para entender la filosofía vital de David Delfín: sus mejores frases

Sobre sus colecciones

"Mi vida está resumida en mis colecciones y crearlas es, en cierta manera, una terapia, mi diario personal", dijo el rondeño al recibir el Premio Nacional de Diseño de Moda, en 2016.

La moda para Delfín...

"Es un medio fascinante donde plasmar inquietudes" y, por ello, la guía de su trabajo ha sido "la emoción, haciendo el trabajo un catalizador de sentimientos". Delfín impartió hace años el curso 'Ideas y emociones' en el marco de los cursos de verano de la Universidad de Málaga. En aquella cita, en Marbella, recordó que le gustaba "provocar emociones, tocar al espectador. El reto es llegar a emocionar con tu trabajo".

Así entendía sus desfiles

"No nos gusta hacer ropa bonita -que es importantísimo-, sino que queremos transmitir nuestras inquietudes, el momento en qué vivimos, y emocionar. No sólo van a ver ropa bonita en nuestros desfiles; Busco sorprender, pero creo que es más correcto la palabra emocionar. La moda sin emoción no me interesa, de hecho no me interesa ningún trabajo que no tenga esa carga. La moda también tiene mucho de sorpresa, de ruptura con lo anterior y al mismo tiempo de seguir evolucionando en la búsqueda".

Su polémica en Cibeles...

"Cuando ocurrió lo de Cibeles intentamos no echar leña al fuego, eso fue lo que nos alivió y lo que nos permitió seguir adelante, porque aquello lo vivimos como algo completamente ajeno a nosotros. Al final he conseguido ganarme el respeto. Aquel fue el momento más dramático y duro de mi vida. Recuerdo que aquello pasó un viernes 13 –yo no soy supersticioso pero me hace gracia– y hasta el domingo no ofrecimos la rueda de prensa. Yo no entendía nada. Pedí todas las disculpas que tuve que pedir, porque no fue mi intención ofender. Estaba cansado, agotado, triste y enfadado, pero nos pusimos a trabajar rápidamente y surgió una colección completamente nueva, y sin rencores". "A mí no me importa equivocarme. Yo voy 'p'alante'. Me importa el hoy y el mañana, con lo que pasó ayer no tengo nada que hacer".

Su forma de trabajar...

"Me dejo guiar mucho por la intuición, que es importantísima. Por supuesto también lo es el método, y más en este medio que es tan complejo y tan riguroso con las fechas. El calendario es súper estricto. De todas maneras yo me dejo llevar mucho; si no hubiera sido así no estaría aquí".

¿Para quién diseñaba?

"Cuando me preguntan que para quién creo, siempre respondo lo mismo: para gente inquieta, más allá del sexo, la edad o el estatus social. Es gente que comparte el interés y la curiosidad por el cine, el arte o la moda, de hecho en nuestras colecciones hay un montón de referencias culturales".

¿Por qué 'Delfín'?

"En momentos difíciles surgen cosas extraordinarias a nivel intelectual. Hay que estar preparado para los buenos tiempos y también para los malos, hay que saber adaptarse. Yo siempre hago esa especie de broma con mi nombre, con la del delfín que era un mamífero que se adaptó al medio acuático y que evolucionó a otro lugar.

La marca España: "Nos falta amor propio"

"El mundo de la moda en España está acomplejado porque siempre pensamos que lo de fuera es mejor que lo de dentro; nos falta amor propio; Basta con irte fuera para darte cuenta de lo que nos valoran y nos aprecian, pues hay una muy buena imagen de España; un gran interés y curiosidad por un país tan pequeño", afirmó en una entrevista. "Grandes diseñadores como Galliano, Lacroix o Gaultier hacen continuas referencias a España y a todo el mundo le encantan. Pero parece que si un diseñador nuestro recurre a lo español enseguida lo tachan de obvio y de tópico. Yo he querido sentirme libre y he utilizado sombreros cordobeses. Para mí el sombrero cordobés, por su geometría y proporciones, es un objeto de la Bauhaus".

Un diseñador perseverante

"Saben que somos perseverantes, que nos lo tomamos en serio y que esto es nuestra vida. Puedo gustar o no, pero lo que es indudable es que estoy aquí y formo parte de las propuestas de la moda española, y eso lo percibo. Llegar es más o menos fácil, pero mantenerse es lo complicado, ese es el verdadero reto" dijo el malagueño al recibir el premio The Season's Book por su colección 'Intimidad' y la T de la revista Telva. «Siguen sin entenderme, pero no me entiendo ni yo», añadió entonces.

"Las protestas no me interesan"

"A mí las protestas no me interesan. Para eso están las ONG, las canciones protestas... Yo simplemente me dejo llevar. El concepto de las colecciones siempre está vinculado a una parte íntima de mí y quería hacer una colección sobre la familia. Las vallas son un símbolo que me encantan, no me pregunte por qué. Simbolizan la protección de tu intimidad y a la familia, que te protege pero a la vez te atrapa".

Su objetivo: la gente de la calle

"Parece que lo creativo y lo comercial son dos caminos diferentes, y yo estoy convencido de que no. Ese es el sentido y el éxito de mi trabajo: que a los seis meses de presentar la colección, salgas a la calle y veas a un chico o una chica con algo tuyo. Cuando eso pasa siento como una especia de vuelco al corazón. Ver a un desconocido con algo tuyo da un gran subidón. Hay momentos en los que te surgen dudas, te desmotivas por las dificultades… pero en momentos como ese s cuando todo cobra sentido. Sientes que la gente te valora y admira y eso hace que todo lo demás merezca la pena".

En constante cambio...

"Yo cambio todo el tiempo. Socialmente se cree que es malo cambiar, pero yo leo un libro que me toca y soy otro. Estoy abierto a cambios de todo tipo. Me parece pobre mantenerte siempre en el mismo lugar. Eso sí, tengo la misma ilusión".

Creatividad multidisciplinar

"La creatividad se agarra a cualquier superficie, por eso me embarco en todos los proyectos que puedo. El verdadero capital de la humanidad es la creatividad, por eso animó a la gente joven a arriesgar: Hay que ser osado».