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Un usuario del jardín comunitario 'El Caminito' cuida las plantas. / SUR
Los huertos urbanos echan raíces en Málaga
MÁLAGA

Los huertos urbanos echan raíces en Málaga

Vecinos y asociaciones han recuperado con cultivos ecológicos cuatro solares degradados de la capital cedidos por el Ayuntamiento

NOEMI R. NAVAS

Miércoles, 6 de marzo 2013, 10:29

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Los trámites administrativos retrasaron su puesta en marcha pero han sabido recuperar el tiempo perdido. Hablamos de los huertos urbanos de la capital, cuya actividad no ha parado de crecer en el último año. Las cuatro parcelas ecológicas diseñadas por Urbanismo están dando sus frutos y nunca mejor dicho. Creadas para fomentar la participación ciudadana y los hábitos de vida saludable han conseguido atraer a decenas de vecinos que con su esfuerzo y dedicación han logrado convertir solares degradados en tierras de cultivo en plena urbe. Aunque la idea inicial del Ayuntamiento era disponer de un huerto en cada distrito, las dificultades económicas y el acceso a algunos suelos motivó que solo vieran la luz los de Bailén-Miraflores, Carretera de Cádiz, Palma-Palmilla y Fuente Olletas. Cada uno de ellos ha supuesto al Consistorio una inversión de 40.000 euros de media.

Precisamente este último es uno de los más activos en lo que a eventos se refiere y celebra el próximo 16 de marzo su primer aniversario bajo el nombre de Jardín Comunitario 'El Caminito' con un Festival de Agricultura Libre y Economía Solidaria. «Hemos conseguido crear un punto de encuentro para niños y mayores en el que todos son protagonistas y pueden compartir tiempo, ideas, semillas...», explica Fernando Fernández, uno de los voluntarios. El huerto cuenta con guisantes, acelgas, limoneros, aloe vera y, sobre todo, mucha verdura, la esencia de estos espacios. «También hay una compostera -para aprovechar los desechos- al aire libre, una caseta para las herramientas y una zona grande donde sentarnos a charlar, no se trata de un huerto al uso, sino de un lugar donde realizar talleres relacionados con la agricultura ecológica, el reciclaje, el medio ambiente y el desarrollo sostenible», destacan desde 'El Caminito'. Ubicado en la calle Zurbarán junto al viejo cementerio de San Miguel, la parcela alcanza los 3.771 metros cuadrados, de los que 1.100 se dedican a huerto.

De similar concepto es el 'Jardín de Bailén', localizado en el Carril de Gamarra y coordinado desde finales de 2011 por la asociación Arrabal. Distintos grupos y vecinos del barrio participaron en el acondicionamiento del solar, impartiendo cursos de jardinería y talleres. Además, los vecinos se encargan del mantenimiento de las instalaciones con actividades de carpinteria y otros trabajos, jardinería conservando las plantas existentes, y diseñando un pequeño vivero, según informa Enrique Maldonado. Este voluntario indica que unas 20 personas colaboran asiduamente en el recinto donde se han colocado varios comederos de pájaros «para darle otro toque». Asimismo, el jardín apuesta por fomentar la petanca, las reuniones de asociaciones y el trueque de libros entre otras actividades.

Los otros dos solares sí necesitaron una mayor intervención municipal para dotarlos de las correspondientes canalizaciones de riego, cerramiento, alumbrado y zonas de plantación. Así, el 'Huerto de Moliére', en Carretera de Cádiz, cuenta con 33 bancales distribuidos en una parcela de casi 3.000 metros cuadrados, aunque al huerto se destinan 1.500 metros. «Cada usuario cuenta con un bancal propio para plantar lo que quiera y es una experiencia gratificante en la que tomar partido tanto niños como mayores», señala Manuel Cerezo. Este jubilado asegura que aunque el tiempo no está acompañando, «los bancales están dado juego» y, en su caso, ya lucen coliflores, habas, ajo, tomates y calabacines. «En verano los vecinos disfrutamos más de este espacio que tiene muy buena iluminación y genera más fruta que luego compartimos entre todos. Desde que empezamos nuestra andadura, nos fijamos crear un espacio de intercambio de experiencias donde el hilo principal es el cultivo tradicional y ecológico», dice Cerezo.

El último de los huertos urbanos de Málaga está a punto de cumplir un año y se encuentra en Palma-Palmilla, en la calle Werther. Se llama 'El vergel de Málaga'. Inmaculada Serrano comenta que este espacio compuesto por 13 bancales «nace con la idea de producir alimentos orgánicos en armonía con la naturaleza y es punto de encuentro vecinal, dando vida y utilidad a lo que antes era solo un solar desocupado». Al igual que el de Carretera de Cádiz, los bancales disponen de seis metros de largo por uno y medio de ancho, y cuentan con una gran acogida por la gente mayor y parados que han encontrado en el huerto una vía de escape a la crudeza de la crisis.

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