Rajoy acusa a Zapatero de llevar «la mentira a las casas de los españoles»

En su línea de 'nacionalizar' la campaña para las elecciones al Parlamento Europeo, Mariano Rajoy anunció que va a preguntar al presidente del Gobierno en el Congreso por la subvención que la Junta de Andalucía concedió a la hija del hoy vicepresidente tercero y antes presidente andaluz, Manuel Chaves. Y en lo que ya es un latiguillo de su campaña, recordó que eran «las 14 horas y tres minutos y todavía el vicepresidente tercero del Gobierno no ha explicado por qué dio una subvención de diez millones a una empresa en la que está su hija». Una táctica que ya empleó con éxito en las pasadas elecciones autonómicas vascas y gallegas del 1 de marzo con la exigencia de dimisión del entonces ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo.

El líder de la oposición hizo estos comentarios en un mitin de su partido en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo en el que estuvo acompañado por el alcalde de la capital asturiana, Gabino de Lorenzo, y por el candidato al Parlamento Europeo, Salvador Garriga. Rajoy dijo que Zapatero ha articulado una campaña para las elecciones del próximo domingo en torno a «mentiras» y acusó de tratar a los ciudadanos «como a tontos». Una de las falsedades, según el líder del PP, es la de atribuir «a la derecha europea» la iniciativa para la jornada laboral de las 65 horas semanales, cuando fue una iniciativa que partió de «los socialistas ingleses».

Afirmó también que es falso que la actual crisis económica haya sido provocada por la derecha, como asegura Rodríguez Zapatero, y señaló que «fue él quien la provocó, negándola primero» con una política económica «de dispendio, dilapidando la herencia recibida» de los Gobiernos del PP.

Rajoy hizo asimismo una encendida defensa de los empresarios, a quienes «no se puede tildar permanentemente de especuladores», como, según dijo, hacen los socialistas.

El presidente del PP criticó la reforma de la ley del aborto que impulsa el Gobierno, proyecto que calificó de «bodrio». Consideró además que se trata de una cortina de humo para «desviar la atención de los españoles de la crisis y el paro», que, aseguró, son los verdaderos problemas de los españoles.