La ciencia en la calle
Medio centenar de alumnos del IES Bezmiliana explican sus experimentos a los escolares de la localidad en plena vía pública
PPLL
Viernes, 25 de abril 2008, 03:47
«ME ha sorprendido mucho el experimento del guante lleno de agua que al pincharlo no se rompe, y también el del huevo que al ... calentarlo se deforma como si fuera de goma y cabe en un recipiente más pequeño». Así de emocionada se expresaba Natalia Bullejos, una de las alumnas de 9 años del colegio Nuestra Señora de la Candelaria de Benagalbón, que visitaron ayer la actividad 'La ciencia en la calle' en la plaza del Al-Ándalus.
Y es que medio centenar de alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria Bezmiliana han instalado un verdadero museo de la ciencia en pleno caso urbano rinconero. De esta forma, entre ayer y hoy están realizando demostraciones prácticas a los escolares de los cuatro colegios y los otros dos institutos de la localidad.
En concreto, se trata de dar a conocer los experimentos de Física, Química, Biología y Tecnología, aprendidos durante el curso por los integrantes del Club científico del centro educativo.
El proyecto está incluido dentro de 'La semana de la ciencia' que organiza en el instituto. «La idea es fomentar la inquietud de los jóvenes a través de las curiosidades de la ciencia», ha señalado el vicedirector del IES Bezmiliana, Mariano Peñuela.
Club científico
El Club científico se creó hace unos seis años para aumentar el número de alumnos de las especialidades de ciencia. Ahora ya lo integran un centenar de voluntarios de primero de ESO a primero de Bachillerato, que utilizan los recreos para aprender estas curiosidades. «Están muy implicados y les ayuda a elegir sus opcionales y su Bachillerato futuro», ha apuntado el vicedirector.
Como si de auténticos científicos se tratara, estos jóvenes dejaron con la boca abierta a todos los que se acercaron a ver sus experimentos. Uno de los que más éxito ha despertado es el que realiza Alba Sarrión, de cuarto de ESO. Se trata de llenar un guante de plástico con agua que al pincharlo con palillos no se rompe. «Es algo muy simple, son las moléculas del plástico que son muy fuertes y sólo cae el agua cuando se retiran», indicaba Alba.
Aprender jugando
Para mantener la atención de los escolares Alba juega al juego de la verdad con ellos, de forma que si mienten hace que se mojen quitando los pinchos del guante.
Otro de los que más están sorprendiendo es el de la botella fumadora que realiza Cristóbal Becerra de tercero de ESO. Se trata de colocar un cigarrillo encendido en la boca de una botella medio llena de agua y abrir un agujero en la parte inferior. Se puede observar como al bajar el nivel de agua se provoca un vacío y se llena de humo. «Demuestra al público como se quedan los pulmones después de fumarse un cigarro, y se te quitan las ganas de fumar», afirmaba Cristóbal.
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