La moda del 'stretching': «En tres semanas ya lo notas»
Nuestra vida sedentaria da lugar a una disciplina tan incómoda como efectiva
Lo último -o mejor dicho, lo penúltimo- en tendencias fit en nuestro país se llama 'stretching', una disciplina que lo que pretende es que quien ... la practica destine un rato a estirarse. Sin más pretensiones. Resulta que con la vida que llevamos, sedentaria a más no poder, nos estamos quedando un poquito (o un muchito) tiesos. Y ahora, además de fuerza, de cardio y de movilidad, tenemos que entrenar elasticidad.
No vas a parecer ni más delgado, ni más alto ni más guapo, pero lo vas a notar cada día cuando, después de unas horas sentado, te levantes como un resorte y no como Chiquito de la Calzada. Prueba de que algo debe hacer es que se están abriendo varios centros en toda España y también que los gimnasios tradicionales incluyen alguna clase semanal dedicada exclusivamente a eso, a estirar.
«Es una tendencia que encaja muy bien en la sociedad en la que vivimos», adelanta Álvaro Puche, entrenador personal y licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Un ambiente en el que nos tiramos horas sentados, sin movernos, con malas posturas... que nos acaban pasando factura. «Luego, te levantas, y te duele la espalda, el hombro o la rodilla».
Duración
25 minutos
es lo que dura la clase de 'stretching' asistido más corta. Se puede llegar hasta los 60, pero hay que empezar poco a poco.
No hay soluciones milagrosas, pero el 'stretching' sí puede ayudarnos a que esta situación sea cada vez menos común. «Estirando lo que se logra es mejorar la bioquímica cerebral porque se liberan unas sustancias de forma natural que se llaman cannabinoides», relata Puche. Y esa sustancia hace que enseguida nos sintamos bien.
Juan Samaranch acaba de abrir su centro especializado, Estiro, en Madrid, con su socia Elena Morales. Él tiene visión de negocio, ella pone la ciencia por su formación como fisioterapeuta y osteópata. Y confirman que los primeros resultados se obtienen a los pocos minutos: «En la primera sesión, aunque sea la corta, la de 25 minutos, ya se levantan de la camilla y te dicen: 'Me siento como más alto, más suelto'».
En este local, los clientes estiran de manera guiada. Se colocan en unas camillas donde los «flexólogos» les indican los movimientos y les ayudan con ellos. «Cada persona recibe las indicaciones personalizadas en función de sus objetivos». Unos buscan complementar las sesiones deportivas que ya hacen, otros van porque tienen molestias, otros porque se dan cuenta de que han perdido movilidad...
La escala del dolor
No es la única forma de estirar, también se puede hacer en grupo, con un monitor que te indique los movimientos y vigile que lo pones en práctica de manera correcta.
- ¿Nos podemos pasar estirando?
- Para trabajar la elasticidad, utilizaría un rango de molestia de cero a diez. Como son tratamientos cómodos, lo ideal es que estés entre un 6 y un 8 de incomodidad. Ni menos ni más.
Quien responde es Carmen Mar Rodríguez Peñas, secretaria general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), que además añade otra cosa: el tiempo. «Tienes que ser capaz de mantenerte en el ejercicio un tiempo, no vale con que aguantes un segundo... ¡Y tampoco son efectivos los rebotes!». Otra cosa es que después de un rato ese ejercicio ya no te 'tire' y tengas que forzarte un poco más. Eso es normal.
«No vale con que aguantes los estiramientos un segundo... ¡Y tampoco son efectivos los rebotes!»
Carmen Mar Rodríguez Peñas
Secretaria general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid
Cuando estiramos una parte del cuerpo, lo que estamos haciendo también es «oxigenarla», prosigue Puche. Porque durante ese tiempo que pasamos sentados, lo que les ocurre a determinadas partes del cuerpo es que «se quedan hipóxicas». Las que más lo sufren en términos generales son «las caderas, la zona lumbar, la raquicervical, los hombros y los trapecios».
Las sesiones de 'stretching' alivian las tensiones que se acumulan ahí. Pero se necesita que el trabajo sea continuo. No vale con estirar la espalda unos segundos y listo, como hacemos habitualmente en casa o en el trabajo para aliviar el dolor de forma puntual. Los especialistas aconsejan sesiones de entre 30 y 60 minutos al menos una vez a la semana.
«Lo bueno que tiene esta práctica es que obtienes resultados rápidamente», apunta Puche. Según su experiencia, en dos o tres semanas las personas ya empiezan a notar pequeñas mejorías de la elasticidad y del rango del movimiento. «Pero tienes que tener en cuenta que detrás de estos problemas musculares, lo que hay es un músculo débil, por lo que no solo puedes estirar», anuncia. Si queremos hacerlo bien, el 'stretching' debe ser «un complemento» a otras actividades y, sobre todo, a los ejercicios de fuerza. «Eso sí, no te metas la sesión inmediatamente después del entreno, mejor deja pasar al menos ocho horas», concluye Puche.
«Siempre lo dejamos para el final»
El Colegio Americano de Medicina Deportiva publica un ranking con las tendencias fit todos los años. En 2023, incluyó el 'stretching'. Solo un año más tarde, Juan Samaranch visitó Estados Unidos y se encontró con centenares de locales dedicados a esta disciplina. Se sorprendió porque a él estirar siempre le ha dado pereza. «Somos muchos los que lo dejamos para el final y lo hacemos rápido y mal. No le damos la importancia que tiene», reconoce. Investigó un poco más y se encontró con que estos locales arrasaban en Australia, Canadá, Japón, Reino Unido... Volvió y le comentó a su socia Elena lo que había visto. Ella siempre había dicho lo importante que era estirar, así que no dudó ni por un momento la propuesta: montar su propio centro: «Nos ha sorprendido la buena acogida».
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