La Mayora estudia los efectos del cambio climático sobre los ácaros del aguacate
El objetivo es sentar las bases para el control biológico de plagas en este cultivo subtropical en un escenario de calentamiento global
AGUSTÍN PELÁEZ apelaez@diariosur.es
Jueves, 7 de noviembre 2013, 12:13
El cambio climático está teniendo y va a tener importantes consecuencias sobre el planeta. La temperatura en la tierra, según los científicos, va a aumentar ... entre 3 y 7 grados a finales de siglo, dependiendo de la zona. Este aumento generalizado de las temperaturas es lo que se conoce como calentamiento global. Los expertos advierten asimismo de un aumento en la frecuencia, duración e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos (olas de calor y de frío, precipitaciones, inundaciones, sequías...). Asimismo, apuntan a que el total de precipitaciones anuales descenderá, al igual que el agua que absorberá la tierra, en zonas de clima mediterráneo y templado.
El sector agrícola de la provincia, que tanta importancia tiene en la económica malagueña, no se va a librar de tales afectos. De hecho, los investigadores temen que el aumento de las temperaturas forme pasillos climáticos que favorezcan la aparición de nuevas plagas que pongan en serio peligro la viabilidad de cultivos ahora bastante rentables, o que desequilibren las comunidades de artrópodos que viven en los mismos.
Con el fin de sentar bases para el diseño de estrategias de control biológico de plagas que consideren escenarios con comunidades complejas y de cambio climático, la ecóloga Marta Montserrat Larrosa, científica titular de la Estación Experimental La Mayora del CSIC, está llevando a cabo un estudio que persigue conocer cómo puede afectar el calentamiento global en la comunidad de artrópodos que habita en los cultivos de aguacate, sector que produce 50.000 toneladas al año y que mueve un volumen de negocio de más de 56 millones de euros anuales.
«Lo que estamos haciendo es estudiar en el laboratorio la dinámica en las poblaciones de artrópodos que habita en los cultivos de aguacate en ambientes artificiales que imitan futuros escenarios de cambio climático», explica Montserrat.
Plagas
Y ello con el objetivo final de averiguar cómo influirá el cambio climático en el control biológico de las plagas, y estudiar la capacidad de adaptación de los enemigos naturales de las mismas al cambio climático.En el momento actual de la investigación, el equipo de la doctora Montserrat ha logrado demostrar que las caídas poblacionales de enemigos naturales en verano se deben a condiciones ambientales extremas de altas temperaturas con bajas humedades relativas. «Estas caídas facilitan la explosión de las plagas, y el fracaso del control biológico», dice Montserrat.
También han demostrado que la superioridad competitiva de dos especies de ácaros depredadores que en aguacate compiten por los mismos recursos depende de las condiciones ambientales de temperatura y humedad, lo que explica porqué en las plantaciones de aguacates del litoral la especie dominante es 'Euseius stipulatus', mientras que en las explotaciones del interior 'Euseius scutalis' es la que predomina.
Efectos
«Ello demuestra que un cambio en las condiciones ambientales puede cambiar el cómo interaccionan las especies, lo que puede resultar en cambios en la composición, o en la estructura de la comunidad entera. En agricultura, si los ambientes cálidos afectan negativamente a la eficiencia de los enemigos naturales el control de las plagas se reducirá», asegura Montserrat.
«Tenemos que conocer los efectos del cambio climático en las comunidades agrícolas para estudiar la mejor solución», señala.
En este sentido, la investigadora titular de La Mayora apunta que el próximo paso, no muy lejano, será estudiar los mecanismos de adaptación de los artrópodos al cambio climático, para crear, a través de selección artificial, poblaciones mejor adaptadas a ambientes cálidos y puedan controlar de manera eficaz las plagas en cultivos como el aguacate.
«Lo que perseguimos con este estudio es adelantarnos a futuros escenarios causados por el cambio climático y, a través de lo que llamamos ingeniería de redes tróficas, conseguir que el aumento de las temperaturas no vaya asociado a un fracaso de las estrategias de control biológico de plagas», explica Marta Montserrat, quien advierte además que sería un error caer en el tratamiento químico.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.