Macharaviaya, un lugar mágico
MARTIRIO CANTANTE
Martes, 23 de julio 2013, 11:55
En ese agosto, estaba en mi primera gira con la banda de Veneno, haciendo voces a Kiko y por primera vez mostrando temas de Martirio. ... Hicimos un concierto en La Malagueta, con Siniestro Total y Radio Futura. Los modernos y los no tanto, allí presentes veían por primera vez mi personaje ¡y no daban crédito!
Aproveché el viaje para quedarme unos días en casa de mis queridos amigos el pintor Buly y su mujer, la ceramista Sonia Tena, en Macharaviaya. El concierto fue desconcertante, y para darme mimos, mis amigos esa noche, me llevaron a tomar algo a un chiringuito precioso del Rincón que llevaban Antonio Delgado y unos amigos: El Bellamar. Esa noche apareció por el chiringuito a orillas de la playa un guitarrista que no conocía, pero él sí, todos los cantes, era un gran aficionado, se lo sabía todo, tanto que le puse 'El Rank Xerox de la guitarra'. Se sentó con nosotros y me acompañó largo rato, quitándome las telarañas que se me habían quedado en la mente. Luego ya me fui con mis anfitriones al pueblo y al día siguiente aparecieron todo el equipo de 'Auambabuluba, balán bambú' de TVE y su director Carlos Tena, que venían grabando el programa en diversos lugares, y eligieron la casa. Nos conocimos y le pusieron mi cassette del concierto de Cita en Sevilla, donde yo interpretaba 'El Productor' y 'Estoy mala', con la banda de Kiko. A Carlos le interesó mucho y en septiembre me llamó para grabar el programa. A Madrid me fui a la tele, con la peineta de la Giralda, un 'collage' y mi San Pancracio, después, de ahí ya vino todo. Pues no solo eso, ese verano estuvieron lloviendo estrellas para mí, pues al poco, llegaron un grupo fantástico de teatro de vanguardia: Espacio Cero, que estrenaban a Heiner Müller en España y venían a hacer las lecturas y demás para que Buly les hiciera la escenografía y la gráfica de la obra 'La máquina Hamlet'. En tan poco tiempo, conocí a una mano de gente maravillosa y nos hicimos muy amigos. Recuerdo que en esos días (cuando apenas había horas de agua y éramos un batallón, con una 'caló' de muerte y yo, venga a hacer albóndigas y puchero, ¡como siempre!), en la noche, en la feria de Macharaviaya, estábamos todos juntos y disfrutando cuando apareció de nuevo Rank Xerox y me subí al escenario con él y estuve cantando flamenco allí, con la gente del pueblo, cariñosa, aficionada. 'Pa' comérsela. Recuerdo sobre todo a una macharatumba especial: Mari Luz, que aún me tiene impresionada por su inteligencia natural y su generosidad. Con la suerte de haber podido conocer también al pintor americano Robert Harvey y participar en cenas y charlas riquísimas en su casa.
Poder compartir el mundo de Buly y Sonia, es de una riqueza en la calidad y la amistad, el arte y la cultura, que no tiene límites.
A partir de ahí, siempre ya volví, siento que también es mi pueblo: Macharaviaya, lugar mágico de descanso y de creación, de paisaje maravilloso, de gente cariñosa y discreta, de encuentros de arte y amistad. Como veis, la Axarquía malagueña ha marcado mi vida y mi corazón.
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