Un baile para toda la vida

«La emigración a las grandes ciudades de la población rural provocó su desaparición en la década de los 70, por lo que nuestro objetivo es rescatarlos del olvido antes de que desaparezcan por completo», afirmó la presidenta de la asociación cultural Entremares de Málaga, María Antonia Martín, que ayer logró reunir en Casabermeja a siete agrupaciones con ocasión del II Certamen de Maragatas, cita a la que acudió cerca de un millar de personas.

«Los jóvenes que iban a estas ruedas aprovechaban para sacarse a bailar en el centro de un corro mientras se cantaban coplas improvisadas, que eran acompañadas con las palmas y coreadas por los participantes. La inmensa mayoría de los habitantes de los cortijos y diseminados que existían por las zonas rurales se conocieron de este modo, y en muchos de esos corros se fraguaron muchos noviazgos», señaló Martín.

«En una rueda en el pantano del Agujero conocí al que hoy es mi marido. Me apretaba tanto las manos cuando me sacaba a bailar que hasta me dolían. Mis amigas me decían que era porque yo le gustaba, porque él no me hablaba. Yo tampoco lo miraba, porque me daba vergüenza, pero por la forma de cogerme sabía que era él», explicó Antonia Pérez. Quien la cortejaba de aquel modo era Rafael Romero, que a la postre se convertiría en su marido. Hoy los dos están tratando de enseñar las letras y el baile de la maragata a sus nietos.

Manuel Cuenca y Pepi Hidalgo, que forman parte del corro El Detalle, que lucha por evitar que los bailes de la rueda se pierdan, también se conocieron en una maragata. Según Manuel, los dos vivían en el campo y a los corros acudía gente de todas partes, por lo que cada vez que se celebraba uno sacaba a bailar a Pepi varias veces para que se diera cuenta de que le gustaba.

Según Antonia Martín, con el fin de que la gente joven aprenda estos bailes el Distrito de Málaga Este viene impartiendo desde hace un año un taller que está enseñando este folklore a las nuevas generaciones. El II Certamen de Maragatas contó ayer con la participación de los corros de La Mosca y La Pelusa, de El Palo; el corro de El Detalle, la asociación cultural Los Mora de Almogía, el corro de Casabermeja, el corro de fandangos verdialeros de Alfarnate y el de Nuestra Señora de los Dolores de Mangas Verdes. El objetivo es que en la próxima edición, que todavía no tiene sede, el número de grupos aumente.