Autopista a Ronda

Sierra Bermeja es una zona constituida por peridotitas, rocas cuya rareza no se debe a su composición, sino a la singularidad de su origen, ya que son rocas formadas en regiones profundas de la Tierra, concretamente en el manto terrestre. Fenómenos posteriores a su formación han dado lugar a su alteración a través de fracturas por las que han circulado soluciones acuosas que han formado minerales distintos de los que contiene la roca original, entre los que se encuentras anfíboles y crisotilo. Las formas fibrosas de estos son las que constituyen el asbesto o amianto y están clasificadas como carcinógenas.

La posible distribución de afloramientos de amianto en el macizo de Sierra Bermeja es baja y heterogénea, restringida a zonas fracturadas y venas, y las dimensiones de los mismos son muy limitadas. Por lo tanto, la probabilidad de que durante la construcción de la autovía se atraviesen zonas conteniendo asbestos es baja. En cualquier caso será necesaria una evaluación preliminar del riesgo mineralógico a lo largo del trazado y, cuando se detecte un riesgo elevado, será necesario adoptar las medidas de seguridad más adecuadas para la protección de los trabajadores durante la ejecución de la obra, de forma similar a como se actúa con otro riesgos asociados a la obra civil.

Hay que destacar que no necesariamente la presencia de un mineral potencialmente carcinógeno es un riesgo por la salud. El cuarzo, por ejemplo, uno de los minerales más abundantes en la superficie terrestre, es considerado carcinógeno por la OMS, en particular recién triturado. Es muy abundante en los granitos y el constituyente mayoritario de rocas como las cuarcitas. Materiales de esta naturaleza son frecuentemente perforados en la ejecución de carreteras y vías férreas, como por ejemplo en el nuevo trazado de la N-IV a su paso por Despeñaperros.