Asalto a la favela más peligrosa de Río
La policía intenta con la ayuda de tanques del Ejército tomar el control de la barriada en la que se ocultan dos bandas de narcos
MARCELA VALENTE
Viernes, 26 de noviembre 2010, 02:25
Una hilera de tanques con más de 200 uniformados se unió ayer a la policía brasileña en su combate contra los narcos que se ... resisten a perder el control de las favelas de Río de Janeiro. El refuerzo militar pretende neutralizar la ofensiva lanzada desde el domingo por dos bandas organizadas para tratar de frenar el avance de los efectivos policiales en sus tradicionales reductos. El Gobierno del gigante sudamericano, que trabaja con la vista puesta en el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, intenta desde hace varios años arrancar la semilla del narcotráfico de las laderas que rodean la ciudad carioca.
Al cierre de esta edición eran 27 los muertos por los enfrentamientos -la mayoría presuntos delincuentes pero también inocentes, entre ellos una niña de 14 años-, y más de 150 los detenidos. Los disturbios estallaron el pasado fin de semana cuando los narcos -en una alianza forjada entre el Comando Rojo y los de Amigos de los Amigos- empezaron a quemar vehículos en distintas zonas de Río desatando el pánico entre la población.
La contraofensiva de las fuerzas de seguridad no consiguió en un primer momento acabar con la ola de violencia. Por ello, el Gobierno se decidió a utilizar la artillería pesada y envió una columna de seis blindados de la Marina y 200 efectivos del Batallón de Operaciones Especiales a la favela Vila Cruceiro, convertida en un verdadero de búnker de los narcos en su pulso por conservar el poder.
«Esto es una guerra y hay que reconquistar territorios», advirtió el gobernador del Estado, Sergio Cabral. «Estamos viendo intentos desesperados de debilitar nuestros esfuerzos de seguridad. Lo que quieren es crear pánico, pero no nos replegaremos», afirmó el mandatario sin identificar a los responsables conocidos por todos.
Ataque coordinado
Una reciente investigación policial asegura que las fuerzas de seguridad se enfrentan estos días a una acción mancomunada de dos bandas de narcos tradicionalmente rivales contra el avance de las fuerzas de seguridad. De forma coordinada, intentan aterrorizar a la población carioca con ataques con armas automáticas a la Policía, lanzamiento de cócteles molotov y asaltos a autobuses.
Pese a que los enfrentamientos se han recrudecido esta semana, los narcos llevan dos meses hostigando a los vecinos de Río. Sus ataques han llegado incluso a algunas de las zonas más acomodadas de la ciudad, lo que evidencia la fortaleza de las bandas organizadas. Según las versiones más críticas, Brasil carece de un estrategia integral contra los narcos que incluya la persecución de sus cabecillas.
En diciembre de 2008, el Gobierno creó las Unidades de Policía Pacificadora (UPPs) que ocuparon permanentemente las favelas con agentes de trayectoria limpia. Su misión, al margen de garantizar la seguridad, también consiste en apoyar la asistencia social a la población de estas barriadas. Con este sistema, Río comenzó a erradicar la violencia de cara a la Copa del Mundo 2014 y a los Juegos Olímpicos de 2016. Las nuevas unidades están ya en 13 favelas incluyendo algunas de las más grandes como Rocinha o Complejo del Alemán, pero aún no habían llegado a Vila Cruzeiro.
A dos años de la creación de las UPPs, expertos en seguridad sostienen que el experimento está funcionando, pero en Río se contabilizan un total de 700 las favelas y al menos un centenar está aún bajo control del narcotráfico. En las 13 pacificadas hasta la fecha, los vecinos circulan con tranquilidad y el índice de delitos se ha reducido.
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