«Nunca hay que tener vergüenza de reconocer que se padece una fobia»
María José Zoilo, profesora de Psicología de la UMA y socia de Standby Consultores, explica que «existen tratamientos eficaces para superar el miedo desproporcionado a algo que provoca un sufrimiento»
Ángel Escalera
Domingo, 14 de diciembre 2014, 01:41
Una de cada 20 personas padece alguna fobia. Ese miedo desproporcionado provoca un sufrimiento que afecta a la vida diaria. Hay gente que tiene pánico ... a viajar en un avión, otra no es capaz de hablar en público o no sabe enfrentarse al miedo escénico. También hay personas que se desmayan si ven sangre y otras se atenazan cuando deben montarse en un ascensor. Para todas esas aprensiones hay tratamiento, afirma en esta entrevista la psicóloga de Universidad de Málaga y socia de STANDBY Consultores, María José Zoilo. «Nunca hay que tener vergüenza de reconocer que se padece una fobia», asegura esta experta.
¿Qué es lo que provoca que una persona padezca una fobia?
La etiología puede ser diversa y no siempre es reconocible la causa que provoca una fobia. Lo que está claro es que cuando se adquiere una fobia siempre se le tiene miedo a la misma cosa.
¿Cuáles son las fobias más frecuentes?
Sin entrar en los nombres específicos de cada una, las más comunes son el miedo a los espacios cerrados o abiertos, ir al dentista, sacarse sangre, todo lo relacionado con la enfermedad, situaciones climatológicas como, por ejemplo, tormentas, el temor a estar a oscuras, a subirse en avión o en barco, fobias a animales, como perros, gatos, aves, aprensión a los insectos, sin olvidar el miedo escénico o a hablar en público, etcétera.
¿Cómo se puede definir una fobia?
Es padecer un miedo desproporcionado a algo. El ser humano sobrevive gracias al miedo. El miedo no es una conducta mala, ya que libra de situaciones peligrosas. ¿Cuándo se pasa de la palabra miedo a la palabra fobia? Cuando el objeto temido no representa ningún peligro. Para cada uno, su fobia es la más temerosa y es lo más importante. Cada persona da una explicación aplastante de por qué sufre ese miedo desmesurado.
Supongo que habrá casos en que ese miedo afecte más a la vida normal del que la padece, ¿verdad?
Toda fobia que limita la vida normal de una persona es un problema. No es lo mismo tenerle miedo a las alturas y vivir en el campo que ser fóbico a los ascensores y vivir en la planta 37. En el segundo caso o todos los días pasas miedo al ascensor o subes por las escaleras 37 pisos.
La cantante Pastora Soler ha anunciado su retirada temporal de los escenarios por sufrir miedo escénico. ¿Qué provoca esa aprensión?
Si se habla con los artistas, dicen que siempre tienen un vaivén y una responsabilidad antes de actuar. Es un miedo ante lo que puede pasar ese día. Al parecer, eso les sucede durante toda su vida. Unos conviven con ello y otros, como le ha pasado a Pastora Soler, en un momento determinado deciden parar.
¿Es fácil enfrentarse al miedo escénico y superarlo?
Si se trata es fácil de curar. Lo que nunca hay que hacer es aprender a convivir con una fobia. Hay gente que le tiene miedo a los ascensores y, en vez de pedir la ayuda de un psicólogo, deja de subirse en ellos. Que alguien se acostumbre a su fobia no significa que sus familiares y amigos no sufran las consecuencias. Ese miedo es fácil de curar si se trata a tiempo por un profesional solvente. A los artistas que sufren el problema hay que explicarles y hacerles ver que el público no está para juzgarlos, que es comprensivo si cometen algún falló. El público lo que quiere es que le transmitan emociones, no busca la perfección.
¿Qué porcentaje de personas sufre algún tipo de fobia?
Una de cada 20 personas padece algún tipo de fobia. Las fobias son más frecuentes entre las mujeres.
¿La hematofobia o la aprensión a la sangre es habitual?
Hay personas que le tienen miedo a ver sangre y otras temen a las agujas. Ver sangre y desmayarse tiene un patrón familiar tremendo. Además, hay un componente físico: primero sube la tensión y de inmediato baja, lo que provoca palidez y el desmayo. Eso trae consigo que las personas que tienen esa fobia no quieren hacerse análisis de sangre. Se resisten a ellos y no van al médico. No es lo mismo tenerle fobia a un elefante, que a saber cuándo lo vas a ver, que a la sangre y, por tanto, evitar la realización de controles de salud que son necesarios.
¿A qué se tiene miedo?
¿Igual que se cura el miedo escénico se puede vencer la hematofobia?
Es un poco más difícil, pero por supuesto que se supera. Y es más difícil porque la gente no suele venir a tratarse de ese problema. Lo primero que hay que hacer es saber a qué se le tiene miedo: ¿al desmayo?, ¿al pinchazo para la extracción de sangre? Una misma fobia puede presentar muchos pedacitos y hay que desmenuzarla bien para poder tratarla. Hay gente que no soporta ni estar en la cola aguardando su turno para que le saquen sangre; se desmaya con solo saber que a pocos metros se están haciendo las extracciones.
«El miedo escénico afecta a todos los artistas en mayor o menor medida a lo largo de su carrera»
¿Qué nunca hay que hacer cuando alguien manifiesta que le tiene fobia a algo?
Jamás hay que quitarle importancia ni ridiculizar a una persona que padece una fobia. Eso no sirve para ayudarla a enfrentarse al problema. Hay que hacerla ver que comprendemos lo que le pasa y aconsejarla para que se ponga en tratamiento. Hay que dejar claro que cuando se padece una fobia se pasa muy mal. Por eso, se evita a todo trance aquello que provoca ese miedo. El cerebro aprende que huir de lo que se teme nos hace sentirnos mejor. Eso sirve a corto plazo, a largo plazo supone cerrar muchos apartados de la vida. Lo mejor es ponerse en tratamiento en vez de aprender a convivir con la fobia. Quiero destacar, porque creo que es importante, que la fobia es un reflejo clarísimo de la importancia y la veracidad que le damos a lo que nosotros mismos nos decimos. Nos convencemos de lo que consideramos que nos resulta peligroso. Lo que tememos es lo que vemos como más probable que suceda.
Hay gente que no dice que tiene miedo a algo por vergüenza. ¿Qué les diría usted?
Pues que nunca hay que tener vergüenza de reconocer que se padece una fobia. Muchas personas relevantes y conocidas socialmente (artistas, deportistas, presentadores, etcétera) sufren miedo a infinidad de cosas. Lo que hay que hacer es solicitar la ayuda de un profesional. La clave está en tratarse. No hay por qué sufrir ni hacerse daño a uno mismo por culpa de la fobia.
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