Borrar

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La virtud de la paciencia ha permitido al Unicaja sembrar ilusión. Las prisas son malas consejeras y si algo tiene el club malagueño es un consejo de administración que se lo piensa muy mucho a la hora de tomar alguna decisión drástica cuando vienen mal dadas. Tras el descorazonador comienzo de temporada, el conjunto que entrena Luis Casimiro ha enderezado definitivamente el rumbo: podrá ganar o perder a partir de ahora, pero ya muestra algunas de las cualidades que atesoraba este verano cuando se optó por mantener la plantilla y realizar un solo fichaje al entender que había potencial suficiente para encarar las tres competiciones. Los temores iniciales tornaron en dudas y éstas en negaciones, pero tres victorias consecutivas, a cual más difícil, a cual más complicada, y todas logradas por caminos distintos devuelven la tranquilidad a Los Guindos y, por ende, a la afición.

Ganó en Valencia pegando un puñetazo en la mesa para cercenar cualquier atisbo de duda; se impuso al Buducnost remontando 16 puntos frente a un rival cuyo acierto hacía muchísimo tiempo que no se veía por el Martín Carpena, y ahora derrotó al Gran Canaria en Las Palmas, una plaza a la que no le acompañaba últimamente el éxito.

Decíamos lo de la paciencia porque eran muchos, entendidos o no, que hubieran cedido a Rubén Guerrero a un equipo LEB para que volviera hecho, como en su día ocurrió con Fran Vázquez, precisamente en su destierro canario. Pero el marbellí fue ayer esencial para esquivar las incertidumbres, cerrar las heridas del juego interior y mostrar de lo que es capaz un pívot de su físico. Además de su impronta le acompañaron los números: 8 puntos sin fallo, 9 rebotes (3 en ataque), 1 asistencia, 1 recuperación, 2 tapones para 19 de valoración. Ahí está la tarjeta que reivindica su estancia en el club de su tierra. Me alegro sobremanera.

Otro de la casa, Alberto Díaz, volvió a encumbrar al Unicaja a cotas inimaginables hace bien poco. Su estadística es de nuevo para valorar -7 puntos, 8 asistencias, 8 faltas recibidas, 13 valoración-, y algunos podrán decir que juega mucho, pero otros diremos que no se le nota el cansancio porque acaba los partidos en plan estelar. Ahí queda eso. El pelirrojo hoy por hoy es imprescindible en el equipo.

Los dos canteranos hicieron un trío demoledor con Brizuela, que se fue hasta los 23 puntos en otros tantos minutos, convirtiéndose en el faro en ataque que alumbra el camino del futuro del Unicaja. Penetró, tiró y lanzó desde lejos con acierto (5 de 8 en triples) para sumar 24 de valoración, más de un cuarto del total de su equipo.

Los demás cumplieron: Francis Alonso logró ocho puntos sin acertar un solo triple, Thompson no desentona como al principio, Bouteille en su línea (13 puntos)... Así hasta llegar a Gerun, que ni está ni se le espera. Sus 3:35 minutos en la pista fueron los peores de su equipo con diferencia. No se trata de hacer sangre, pero...

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios