La nueva y diferente vida de Brizuela en el Barcelona
La afición del Unicaja se prepara para el esperado regreso del escolta vasco, que dejó el club el pasado verano
El Unicaja se vio implicado el pasado verano en la mayor operación del baloncesto europeo. El Barcelona vino con el camión del dinero para llevarse ... a Darío Brizuela. Pagó por el 1,2 millones de euros y se hizo con uno de los grandes talentos del baloncesto español. El vasco, que había jurado amor eterno al club y a la ciudad sólo unos meses antes, hacía las maletas para dar el paso más importante hasta el momento en su carrera. Este miércoles vuelve a Málaga para reencontrarse con sus aficionados y con mucha gente que lo quiere en un partido con un gran trasfondo y muy importante para su equipo. Las dudas persiguen al Barcelona de Grimau. Brizuela fue la gran apuesta de la reinvención del proyecto culé. El club catalán pagó la cláusula de Joel Parra al Joventut y sedujo a Willy Hernangómez para que dejase la NBA, pero lo rompió la hucha para fichar al vasco.
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En una operación fugaz que desveló SUR el 12 de junio, el Barcelona informó al Unicaja que pagaría la cláusula del escolta, que había renovado hasta 2026 un par de meses antes. Se rompía así el idilio de Brizuela con el Unicaja, pero el cariño sigue intacto, pues mantiene contacto habitual con sus compañeros e incluso con el entrenador. La vida le ha cambiado al internacional campeón de Europa con España hace dos veranos. En Málaga Ibon Navarro supo utilizarlo a la perfección, algo que fue clave en el éxito del equipo, como se comprobó en la Copa, y ahora en el Barcelona todavía trata de encontrar su mejor encaje en un grupo que, a pesar de los fichajes y la inversión, parece más vulnerable que la temporada pasada y eso no es una buena noticia.
En esa inseguridad del Barcelona, Brizuela está teniendo una temporada irregular, con partidos en los que jugó poco y otros en los que estuvo imparable como en el derbi contra el Girona (20 puntos y 6 asistencias), su mejor actuación hasta el momento. Promedia ocho puntos en 17 minutos. En la Euroliga las cosas son más difíciles para él, ahí su protagonismo se reduce mucho. Juega 11 minutos y promedia cuatro puntos. Fuera de la cancha, Brizuela también ha tenido algún momento complicado. Hace poco se confesó 'antimadridista' en una entrevista y eso le generó un torrente de críticas. El lío fue tal que tuvo que salir a pedir disculpas en su cuenta de Twitter, donde sus apariciones son contadas. «Para muchos, parece que el odio vive inherente en este prefijo. Para mí, es solo una expresión. Más de la mitad de mis amigos de la infancia, a los que quiero como hermanos, son madridistas. Me parece la rivalidad más sana y divertida que existe. Y lo mismo aplico a mi profesión afortunadamente. Menos polarización y más sentido común», dijo para calmar un poco las aguas.
En este contexto regresa Brizuela este miércoles al Palacio de los Deportes, que se prepara para una noche cargada de romanticismo, al menos hasta que el balón esté en el aire. Ahí ya no habrá amigos, porque en juego está alcanzar una racha formidable, la de doce triunfos seguidos en la Liga, nunca antes lograda en la historia del Unicaja.
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