Los incombustibles Carter y Perry

Perry, cuyo impacto en el equipo trasciende lo deportivo, presentándose como una de las caras más reconocibles del vestuario, con un papel fundamental en la visión externa del equipo y en la gran cohesión de este grupo por su personalidad, carismática, abierta y extrovertida, es el segundo jugador mejor valorado de la plantilla en la Liga Endesa, por detrás de Kam Taylor. De hecho, ambos han sido incluidos en el segundo mejor quinteto de la temporada en la Liga Endesa junto a Harding, Parker y Shermadini. Carter es el tercero.

Perry promedia 20:34 minutos, 10,9 puntos, 1,7 rebotes, 3,9 asistencias, 1,3 robos y 12 créditos de valoración; mientras que el escolta promedia 20:49 minutos, 12 puntos, 1,6 rebotes, 3,7 asistencias, 0,8 recuperaciones y 11,5 créditos de valoración. El de Mississippi, eso sí, ha sido el único que ha jugado todos los partidos esta temporada, incluidos los de la Champions, lo que evidencia también la fortaleza de su físico y la tolerancia que tiene a las lesiones. Perry, por la parte que le toca, descansó en uno de los partidos ante el Oostende por decisión del entrenador.

Por las características de la plantilla, los más 'perjudicados' en la rotación suelen ser, casi siempre, los interiores, por cuestiones de configuración y de acumulación de efectivos. Así es en una plantilla de 14 hombres, con siete interiores para dos puestos y siete exteriores para tres, cuando están todos sanos. Aunque ha habido tramos de la temporada en los que los descartes han sido obligados por los problemas físicos que han ido sufriendo algunos miembros.

Hasta el cambio de año natural, los únicos que habían disputado todos los partidos (entre las cuatro competiciones, incluyendo la Supercopa y la Intercontinental) habían sido el propio Carter y Kalinoski, otra pieza clave en los esquemas de Ibon Navarro, aunque el de Cincinnati, otro de los intocables, se perdió tres encuentros (dos de BCL y uno de Liga) en marzo, poco menos de un mes después de la conquista de la Copa, por un fuerte golpe en el cuádriceps.