La realidad superó a la ilusión

Juan Calderón

Domingo, 16 de febrero 2020, 13:11 | Actualizado 11:04h.

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Muchos aficionados del Unicaja se habrían imaginado antes del partido celebrando el título de la Copa del Rey por las calles de Málaga, con sus amigos, con sus camisetas del Unicaja y una sonrisa de oreja a oreja. Con ese sueño acudieron miles de malagueños ayer al Palacio de los Deportes para tratar de apoyar a su equipo en la final de la Copa del Rey ante el Real Madrid. El sueño del título estaba al alcance de la mano. Por medio, el Real Madrid. El subidón por la clasificación para la final todavía duraba, pero también el cansancio en las piernas de los jugadores malagueños. Tres partidos en tres días es mucho tute para una plantilla corta como la del Unicaja, por mucho que estuviese completa para el torneo. Y el sueño se topó entonces con la realidad, la de un rival absolutamente superior y dominador desde el principio hasta el final. El resultado (68-95) afeó el gran papel del Unicaja en la Copa, pero careció de argumentos para competir. Negado en el triple, incapaz de contener a Campazzo o superar a Tavares, el equipo malagueño se descompuso poco a poco. Por el camino perdió a Jaime Fernández, al que su talón ya no le aguantó más y el título soñado delante de la afición tendrá que esperar.

El Unicaja, a pesar de todo, sale reforzado del torneo para pelear por el siguiente objetivo, la final de la Eurocup. Será complicado, pero competir en una cita como la Copa reforzará la identidad de un grupo que ha demostrado en tres días más que en varios meses...

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La concentración del Unicaja en el comienzo del partido era máxima y pese a que el Madrid mandaba en el marcador, se mantenía en el partido sin demasiados problemas. Su falta de acierto, sin embargo, le empezó a pasar factura. El equipo cajista podía correr, tuvo varios contragolpes y no los aprovechó. Dar concesiones al Madrid es un pecado capital teniendo en cuenta la calidad de su plantilla. De este modo, los primeros errores y el poco acierto en el triple dieron la primera ventaja clara al conjunto blanco (10-19, min. 7). El Madrid estaba casi infalible desde la línea de tres puntos y el Unicaja, sin acierto alguno desde la larga distancia sufría ya mucho. El primer cuarto se cerró con un claro 13-26 y, lo más preocupante, con Jaime Fernández medio cojo. El motor del equipo malagueño en esta Copa empezaba a acusar ya de forma seria los problemas en su talón derecho.

La tendencia del partido se acentuó. Al Madrid no le hizo falta el dominio y la intimidación de Tavares porque volcó su juego en los lanzamientos de tres. El segundo cuarto comenzó con tres triples y llegaron los primeros problemas serios para el equipo de Casimiro (14-35), que empezó a mostrar ansiedad por tratar de remontar y eso lo llevó a tomar malas decisiones.

El técnico del Unicaja ordenó una zona para tratar de dificultar el juego del rival y por ahí tomó algo de aire. El Madrid falló un par de triples y Brizuela lideró un parcial de 10-0 que puso al Carpena en pie. Pero el arsenal del Madrid era brutal. Cada jugador que salía del banquillo anotaba y, además, de tres. El equipo de Pablo Laso logró cinco triples y sólo una canasta de dos puntos en el segundo cuarto, y el resultado fue un contundente 28-43.

Por desgracia nada cambió tras el descanso, de hecho el asunto fue a peor. El Unicaja seguía con la mano encogida y así era imposible plantarle cara a un Madrid al que ya no le hacía falta anotar de tres puntos para mandar con absoluta superioridad en el partido. La combinación de Campazzo, Tavares y Carroll se llevó por delante al equipo malagueño. Fernández no volvió a jugar y el juego del equipo malagueño era un querer y no poder. Si ante un rival como el Madrid acumulas un 1/14 en triples en veinte minutos es imposible competir. Las cuatro asistencias del equipo malagueño antes de empezar el último cuarto resumía la pobreza de su juego (42-68, min. 30).

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El partido estaba ya liquidado, con el Unicaja insistiendo en los errores, sin lógica en su juego y superado por la situación. El sueño de ganar la Copa en Málaga se esfumó casi en el primer cuarto. Como dato anecdótico, Laprovittola, una de las sensaciones de la Copa de 2019, saltó a la pista a falta de tres minutos cuando su equipo ganaba 57-87, lo que da una idea del potencial del conjunto blanco. El Madrid, como en 2014, levantaba la Copa en Málaga.

El Unicaja y el Real Madrid se enfrentan esta tarde (18.30 horas, #Vamos en Movistar) por el título de la Copa del Rey de baloncesto. Los dos equipos están separados por un abismo presupuestario. Diez millones y medio tiene el Unicaja y 40 millones el conjunto blanco. Así que el potencial de las plantillas. Será David contra Goliat, pero nada es imposible en esto del baloncesto.

El duelo entre Unicaja y Real Madrid supondrá el enfrentamiento entre las dos mejores defensas de la Liga Endesa. Mientras que el cuadro blanco promedia 76'2 puntos por encuentro -mejor defensa de la competición-, el conjunto dirigido por Luis Casimiro recibe de promedio 77'6. En el aspecto ofensivo, sin embargo, los números sí que revelan diferencias mayores. Mientras que el Real Madrid es el segundo mejor equipo en este aspecto (85'9 puntos anotados por encuentro), el Unicaja anota 78.

Para Unicaja, la final ante el Real Madrid supone una oportunidad histórica para lograr levantar un título delante de su afición por primera vez en su historia. Los cuatro títulos de conforman su palmarés, incluyendo la Copa del Rey y el título de Liga Endesa, fueron logrados lejos de su feudo. El cuadro malagueño podría, además, terminar con la famosa «maldición del anfitrión». Y es que desde hace ¡17 años! ningún equipo ha logrado levantar el título de campeón de Copa del Rey llegando a la cita con la condición de anfitrión. Cabe recordar que el cuadro malagueño logró su billete para esta edición gracias, precisamente, a esa condición.

Con su victoria frente a Valencia Basket, el Real Madrid certificaba su presencia en la que será la séptima final de Copa del Rey consecutiva para el equipo dirigido por Pablo Laso. Los blancos no fallan a su cita con la final desde que en la edición de 2013 se despidieran de la competición en cuartos de final. La de 2020 será para el Real Madrid la 18ª final de su historia, habiendo logrado levantar el triunfo en nueve de las 17 disputadas.

Para el Unicaja, la de este domingo será la tercera final de su historia. El cuadro malagueño logró su billete en Zaragoza 2005 y Madrid 2009, habiendo levantado el único título de su palmarés en la primera de ellas. Curiosamente, para ello, tuvo que vencer al Real Madrid en la final por 80-76 en un partido en el que brillaron dos grandes nombres históricos del club malagueño: Berni Rodríguez y Jorge Garbajosa. Once años después, el Unicaja volverá a verse las caras con una final, pero, esta vez, ante su afición.

Unicaja y Real Madrid ya se han visto las caras esta temporada con el feudo blanco como escenario del duelo. En ese choque, correspondiente a la Jornada 8 de Liga Endesa, el conjunto de Pablo Laso logró hacerse con el triunfo liderados por una colosal versión de Walter Tavares, que resultó imparable para los 'centers' cajistas. Del lado malagueño, brilló un Josh Adams que hizo valer su condición de máximo anotador del equipo, firmando 16 puntos, los mismos que el capitán Carlos Suárez.

El duelo entre Unicaja y Real Madrid se ha producido en un total de 79 ocasiones, convirtiéndose en uno de los grandes clásicos del baloncesto nacional. De ellas, el cuadro malagueño ha salido victorioso en 23 ocasiones frente a las 56 en las que lo ha hecho el conjunto blanco. La última vez que el Unicaja logró el triunfo lo hizo, precisamente, con el Martín Carpena como escenario, en un espectacular duelo hace exactamente un año en el que Jaime Fernández firmó uno de sus mejores partidos con esta camiseta. Sus 27 puntos y 34 créditos de valoración resultaron fundamentales par vencer a un Real Madrid que no pudo evitar la derrota pese a los 30 créditos de valoración de Rudy Fernández y los 29 de Facundo Campazzo.