Hasta luego, polaco

Después de muchos años cubriendo la información del Unicaja les reconozco que me cuesta acordarme de algunos jugadores que pasaron por el equipo cajista aunque haya escrito mil veces sus nombres, porque realmente lo que hicieron fue eso, pasar... Pero ninguno de los que hemos coincidido con Waczynski lo olvidaremos, por mucho que escribir correctamente su apellido al principio fuese una tortura. El otro día volvía del periódico conduciendo y lo escuchaba llorar durante la entrevista que Emilio Guerrero le hacía en Cope Málaga. Fue una demostración de la identificación que 'Waka' ha tenido con el Unicaja, con sus aficionados, con la ciudad y con el malagueño de a pie. Algunas veces, horas después de los partidos, cerca ya de la medianoche, salía del Carpena y me lo encontraba todavía charlando con aficionados o jugando con los niños de estos. Lo hacía fuera de los focos, pero dentro de la normalidad que debería haber entre los jugadores y los aficionados, porque estos muchas veces viven en una burbuja que los aísla de la realidad. Es curioso que Waczynski deja el Unicaja después de su mejor temporada, al menos la más completa. Otras situaciones en la plantilla impiden su continuidad. Es un daño colateral. Puede parecer injusto, pero como les decía al principio, es víctima del mercado. Es cierto que otros veranos estuvo en el alambre, más fuera que dentro, pero todo entrenador quiere tener siempre a un tirador de su categoría. Le renovaron sus técnicos por su valía, no porque cayese bien a los aficionados. Me pongo en pie para despedirlo, igual que haré para aplaudirle cuando dentro de unos meses vuelva a Málaga para jugar contra el Unicaja, su equipo ya para siempre. Nos vemos, polaco.

Noticia Relacionada

El Morabanc Andorra se perfila como nuevo destino de Waczynski