Armenteros: «Disfruto yendo a un hotel porque así veo qué cosas haces mejor tú y qué hacen otros»

-¿Cómo planifica las vacaciones un hotelero con establecimientos en varios países?

-Pues no viajando, que es lo que hago durante todo el año. Por eso en verano lo que quiero es estar tranquilo.

-¿Y qué suele hacer?

-Me voy con mi mujer y mis hijos al sur. Paso el descanso entre Marbella, en la primera quincena, y Zahara de los Atunes, en la segunda. Busco un destino cerca de Málaga porque en verano siempre tengo que ir allí a la oficina y así puedo desplazarme en coche. Nosotros no podemos desconectar en estos meses que marcan un pico alto en los hoteles y siempre hay líos. Pero para mí, vacaciones es poder trabajar estando en la playa y algún día que te fastidien.

-¿Qué malas pasadas le ha jugado la deformación profesional cuando va de turista?

-Me las juega y a la que enfado es a mi mujer. Cada vez que vamos a un hotel, por ejemplo, este fin de semana nos hemos pegado una escapada a las islas Baleares para quitarnos algo de estrés que esto está siendo una locura, y empiezo a decirle si el recepcionista ha hecho tal o el camarero cual. Y en la habitación, ya ni cuento. Que si esto hace que no lo renuevan tanto o si la cama es de esta manera o la iluminación de otra. Yo disfruto yendo a un hotel porque así veo qué cosas haces mejor tú y qué cosas están haciendo otros. Siempre se aprende. El problema es que el viaje se lo doy a ella.

-¿Recuerda algo concreto que haya reproducido en sus hoteles?

-¡Uff! así en frío, no sé. Me he traído un montón de cosas. Me han gustado mucho los temas de señalética, cuando ves que es algo así muy innovador. Entonces se lo propongo al equipo, que es como tomamos las decisiones, y lo vemos. También en cuestiones relacionadas con la iluminación, que da mucho juego. Cada vez que voy a un hotel me hago una lista de cosas que me gustan y otras que no. Y luego se la paso al equipo de comercial todo lo que me ha llamado la atención.

-¿Y en este verano tan atípico va a salir de vacaciones?

-Pues no lo sé. Es una gran pregunta porque hay que moverse y salir de vacaciones, no podemos quedarnos en casa. Pero claro, ahora en Andalucía hay que ir con mascarilla hasta a la playa y la verdad es que estamos todos bastante asustados. Yo espero que no haya con ello muchas cancelaciones. También es cierto que yo que vivo en Madrid estoy loco por venirme a Málaga aunque sea con mascarilla. Así que por ahora mantengo la decisión de salir de vacaciones, pero habrá que esperar por desgracia hasta el último momento.

-Todo un ejemplo de la dinámica de este verano...

-Cierto. Siempre vamos viendo que las reservas son bajas y cuando va acercándose el día se ve cómo en la jornada anterior sube la ocupación un 15 o un 20%. Esto es una locura, porque prever eso es complicado. El mercado se va animando poco a poco, pero cuando pasan cosas como lo de las mascarillas, los rebrotes o los nuevos confinamientos pues hay que esperar al último momento.

-Con hoteles por toda España, en Estados Unidos y en México, ¿ha pensado tener unas vacaciones haciendo un periplo por sus establecimientos?

-No lo suelo hacer porque al final vas de trabajo. Ahí sí que estás vigilante. Así que intento no ir a mis hoteles cuando voy de vacaciones. Si no es imposible desconectar.

-¿Más de hotel o apartamento?

-Soy de hotel. De hecho estoy en el sector hotelero porque me encantan los hoteles. Un buen hotel, con un buen servicio, te permite relajarte más que en un apartamento. También depende del plan porque si voy con los niños tengo que pedir una habitación familiar y si no la hay buscar apartamento.

-¿Playa o pueblecitos del interior?

-Playa, playa. Como malagueño viviendo fuera de Málaga voy a la playa siempre que puedo. Se echa mucho de menos. Yo paso aquí los lunes y los martes y andar por el paseo marítimo cuando salgo de la oficina con 26 grados en la calle es un lujo asiático. La gloria.

-¿Cuántos países ha visitado?

-Muchos menos de los que me gustaría, pero he viajado todo lo que he podido. En un recorrido por el mapa pues casi toda Europa. Estados Unidos lo conozco bastante. He estado en más de la mitad de los estados. También me apasiona México, donde tenemos siete hoteles.

-¿Y qué destinos tiene en lista?

-Tengo mucha gana de conocer Brasil, que es una de las grandes joyas que me falta, y Chile. También en Asia me falta la gran China y Japón. Este es el gran continente por conocer. De hecho la idea es, cuando se pueda y pasen unos años, es dar el salto a Asia, sin duda. Ya estamos en Estados Unidos con pies de plomo y también queriendo crecer en Europa, en Italia, sobre todo, y en Portugal. Aunque ahora estamos concentrados en sobrevivir y salir adelante, que salimos.

-Volviendo a las vacaciones. En los indispensables de la playa: libro, palas...

-Yo que voy con niños, sin lugar a dudas, un cubo, una colchoneta para disfrutar con ellos, palas para jugar con mi mujer y libro para cuando me toca el turno de relax.

-¿Qué tipo de lectura?

-Me gusta mucho la historia novelada. Soy un fan de la Guerra Civil, de la II Guerra Mundial, de la postguerra...

-¿Y de la 'guerra vírica' también?

Ahora también. Esto es una guerra y a ver si ya me cae algún libro de ella en mis manos. Aún no los he encontrado.

-¿A qué dedica el tiempo libre?

-Lo que más me gusta es el tenis y el fútbol, que es lo que más me apasiona y que lo he dejado un poco porque ya me dicen que voy teniendo una edad...

-¿Aficionado a las series?

-Vemos pocas, pero me gustó bastante la de Vivir sin Permiso o la de la Casa de Papel. Nos gustan las que tienen un fin rápido.

-¿Es muy de conciertos?

-Me encantan. Voy a todos los que puedo. Mi mujer y yo somos muy aficionados a la música y nos gusta todo tipo, desde la española, internacional... Entre los últimos que hemos estado fue el de Bruce Springsteen en San Sebastián o el de Pablo Alborán. Es una de las cosas que más hecho de menos este verano.