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Cyrano de Bergerac. SUR
De la Gran Guerra al Otro Mundo

De la Gran Guerra al Otro Mundo

Albas y ocasos ·

Tal día como hoy nacía, de embarazo extrauterino y parto políglota, la Primera Guerra Mundial, y moría Cyrano de Bergerac, poeta y pensador francés que le inspiraría a Edmond Rostand su personaje teatral

maría teresa lezcano

Domingo, 28 de julio 2019, 00:06

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Tal día como hoy nacía, de embarazo extrauterino y parto políglota, la Primera Guerra Mundial, y moría Cyrano de Bergerac, poeta y pensador francés que le inspiraría a Edmond Rostand su personaje teatral.

Primera Guerra Mundial: 28-7-1914----11-11-1918

Veintiocho de julio de 1914. Nace, de embarazo extrauterino y parto políglota, la Primera Guerra Mundial, que al ser pionera en lides internacionales pasaría a la historia como la Gran Guerra. Un mes exacto antes del inicio del conflicto, iba el archiduque Francisco Fernando de Austria archiduqueando en coche por Sarajevo cuando un nacionalista serbio lo desarchiduqueó con una pistola semiautomática FN modelo 1910, archiduquicidio que irritó de tal manera a los austrohúngaros que estos se lanzaron a invadir Serbia como si no hubiera un mañana balcánico.

Mientras Rusia a su vez se movilizaba, Alemania se agenció Bélgica, que se había declarado neutral, Luxemburgo que aun no había dicho esta boca monárquica es mía, y se dispuso a alemanizar Francia aunque a escasos kilómetros de París se entreveraron germanos y galos en una guerra de desgaste en la que las líneas de trincheras se movían menos que el caballete de un retratista y cuya ubicación fue denominada como Frente Occidental. Mientras tanto, en el Frente Oriental el ejército ruso intentaba perpetrar un austrohungaricidio y, por si éramos pocos parió el imperio otomano y se animó a abrir frentes en el Cáucaso, Mesopotamia y el Sinaí, poco antes de que Bulgaria, que andaba aburrida de tanta destilación de ciruelas, y Rumanía, que se propuso hacer un alto en las danzas balcánicas, se apuntaran asimismo al juego bélico y los Estados Unidos de América , que venían reprimiendo el impulso de meterse también en el ajo combativo, sucumbieran finalmente al hipnotismo beligerante y pegaran sobre el tablero de ajedrez tamaño continental un puñetazo made in USA que restituyó cada mochuelo a su olivo, si bien los respectivos olivos habían sufrido en el interín notables modificaciones ya que la guerra finalizó con cuatro imperios desimperializados: el alemán, el austrohúngaro, el otomano y el ruso, que tras haber fraguado su revolución al calor de la Gran Guerra, inauguró la posguerra gestando la Unión Soviética.

Con el objetivo de evitar la repetición de tan magno conflicto se creó la Sociedad de Naciones, la cual se disolvió tras la Segunda Guerra Mundial por el más que evidente fracaso de sus propósitos y fue sustituida por la ONU cuyos seis idiomas oficiales son: el árabe, el inglés, el español, el francés, el ruso y el chino mandarín. Xiè xiè.

Cyrano de Bergerac 6-3-1619----28-7-1655

Doscientos cincuenta y nueve años antes del nacimiento sarajevita de la Gran Guerra moría en Sannois, departamento del Valle del Oise, Hercule-Savinien de Cyrano de Bergerac, poeta, dramaturgo y pensador francés quien a su vez inspiró a Edmond Rostand para crear teatralmente su Cyrano de Bergerac, que sería estrenado en diciembre de 1897 y un siglo más tarde elevado al séptimo arte con Gérard Depardieu como narigudo y susurrador protagonista. Tras escoger la carrera militar y hacerse célebre por su arrojo y sus duelos, Hercule-Savinien fue herido en la garganta y fue entonces cuando sustituyó la disciplina castrense por la frecuentación de los círculos libertinos parisinos que preconizaban una suerte de panteísmo al que se adscribían todas las libertades, incluida la sexual.

Al tiempo que iba dilapidando el modesto peculio heredado de su padre, Bergerac se sumergió a todo pulmón y hasta a todo plumón ya que se propuso reivindicar cabalmente la homosexualidad, en la creación literaria hasta convertirse en uno de los escritores más importantes del seiscientos, siendo este último, para que no quede resquicio apto a la confusión, una época histórica francesa y no un utilitario de posguerra española, y en su eclecticismo satírico y epistográfico destacarían Las Mazarinadas, que suenan a frutos del mar rebozados pero eran una oposición escrita a la política financiera del cardenal Mazarino; La Muerte de Agripina, tragedia en cinco actos que causó un escándalo de padre y muy señor mío al cuestionar precisamente la divina progenitura del padre celestial; y El Otro Mundo, considerado como una de las primeras novelas de ciencia ficción en la cual Cyrano relata en primera persona un viaje efectuado a la Luna y al Sol, texto que ya sería publicado de manera póstuma siete años después de su muerte y que tres siglos más tarde le facilitaría el camino para que la Unión Astronómica Internacional le obsequiara con el cráter lunar Cyrano, al este de la gran llanura amurallada del cráter Gagarin.

Cuando a Bergerac lo descyranizó una viga de madera que le cayó en la cabeza, se ignora si por accidente o por alguna trasnochada venganza, se hallaba el hombre preparando un tratado de física que quedó condenado a no pasar del esbozo, y en el cual se oponía rotundamente a los principios de René Descartes que hacían de la existencia de Dios una realidad adquirida y que, de haber dispuesto de más tiempo le habría impulsado a sustituir el cartesiano «pienso, luego existo» por un cyraniano «existo, luego pienso». Roxanne, oui, c´est moi.

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