Sun&Tech Málaga Meet Now analiza los retos de consolidación y crecimiento de las empresas malagueñas

El alcalde también valoró favorablemente la puesta en marcha de nuevas universidades privadas, porque, apuntó, añaden un plus de competitividad y favorecen la atracción de alumnos de otros países. El colectivo universitario, abundó, da nivel a la ciudad, y ahora, aseveró, con la entrada de estos nuevos centros educativos, se va a añadir más talento que va a producir más talento, de manera que favorecerá que la inversión se pueda producir «de manera muy natural».

El evento, cuya organización contó con el apoyo del Ayuntamiento de Málaga, Promálaga, la Diputación Provincial y CaixaBank DayOne, así como con la colaboración de la plataforma tecnológica Biznaga Valley, contó con el testimonio de cuatro inversores de diferentes sectores económicos conducidos por Nuria Triguero, periodista de SUR especializada en economía y tecnología. Entre todos, concluyeron que los grandes retos de la ciudad en materia inversora y emprendedora es que puedan tener continuidad los proyectos que se ponen en marcha y que se logre consolidar y hacer crecer el tejido empresarial que se está gestando.

El empresario Paco Ávila enlazó con la intervención del alcalde de Málaga y demandó «colegios internacionales de calidad» para la capital, como ya tiene la Costa del Sol. También reclamó que se desarrolle el ecosistema de empresas y start-ups en Málaga, con el objetivo de que la inversión ponga el foco en la provincia y en la comunidad autónoma andaluza, porque por el momento no aparece en los grandes ránkings sobre las rondas de financiación efectuadas en España, en las que siguen arrasando Madrid y Barcelona. Instó a ser generosos y a que se invite a firmas e inversores internacionales cuando se descubran proyectos interesantes. En este sentido, aseguró, en Málaga hay empresas pequeñas y medianas que, si el mundo inversor se fijara en ellas y les pusiera dinero, se convertirían en compañías gigantes. Y en el mundo corporativo, ironizó, «el tamaño sí importa». A su juicio, insistió, lo fundamental es generar un ecosistema potente en que inversores y empresarios entren en contacto: sólo así habrá crecimiento. Ávila también destacó que todas las empresas que quieran competir en nuestros días tienen que ser tecnológicas, todo tiene que ser tecnológico independientemente del sector en que cada actor se mueva.

Álvaro Villacorta, inversor especializado en Venture Capital, también puso el foco en la necesidad de generar casos de éxito emprendedor en la ciudad que se conviertan en referentes para otros empresarios innovadores. Y, sobre todo, abundó en que el gran reto debe ser consolidar la nueva hornada de startups de la ciudad. En este sentido, planteó que si la inversión se dirige a lo que «va a pegar fuerte en cinco o siete años», «¿estamos cocinando lo que se debe cocinar?», es decir, ¿se está apostando en Málaga por lo que se debe apostar, por lo que tendrá éxito en los próximos años? En todo caso, insistió en que el gran reto es consolidar lo que se ha generado en la ciudad y en la provincia en los últimos años y que las startups avancen, ya que advirtió de que el grado de mortalidad empresarial es muy alto. Además, insistió en que las empresas que ahora nacen tienen que ser capaces de convertirse en grandes compañías porque son las que generan empleo y las que son capaces de mover la economía.

Tomás Gasset, consejero delegado y fundador de Urbania, por su parte, habló de las infraestructuras y de la importancia de no esperar a que haya demanda para ponerlas en marcha, porque, aseguró, «cada infraestructura crea su propia demanda»: «Nadie pidió museos», ilustró, «pero el equipo de gobierno ha creado una maravilla cultural que ha generado su propia demanda». Además, instó a generar más metros cuadrados de oficinas: ahora mismo, contabilizó, hay 600.000 metros cuadrados de oficinas en Málaga, cifra que contrasta con los 6 millones de Barcelona o con los 14 millones de Madrid. También están por encima, enumeró, Valencia (700.000 metros cuadrados) Zaragona (un millón) o Bilbao. «Tenemos que dejar que Barcelona y Madrid jueguen su Champions. Centrémonos en nuestra liga», afirmó, para señalar que la cifra a la que hay que aspirar es al millón de metros cuadrados de oficinas. Y, apeló al alcalde: ¿Cuándo conseguiremos ese millón de metros cuadrados de oficinas?». Gasset, además de señalar la importancia de generar infraestructuras tradicionales, insistió en la necesidad de generar talento, «Messis, cracks», «para que la gente se crea que aquí se pueden generar grandes proyectos». «La clave está en el talento. Tenemos que centrarnos en el talento más que en la inversión. Porque si hay talento, se atrae inversión», reclamó. ¿Cómo se crean cracks? «Dándoles notoriedad, protagonismo y generando el efecto imitación» entre los jóvenes. Igual que quieren parecerse a Messi, querrán asemejarse a empresarios innovadores y con éxito. Así, aseguró, «la inversión llega sola».

Pero también «tiene que haber mujeres referentes», defendió Carmen Carpintero, miembro del consejo asesor de la plataforma Impulse4Women. De esta manera, señaló que la universidad puede hacer mucho para promoverlo. Por ejemplo, fomentando el deporte, también femenino, para que las mujeres aprendan a competir, conozcan sus valores y los puedan llevar a continuación a la empresa. También, promoviendo que su personal y sus equipos de investigación interesen a las mujeres y también al mundo privado. Carpintero explicó su propia experiencia y cómo en el año 2008 colgó la toga (era abogada) y ahora ayuda a los emprendedores a escalar sus empresas y a que éstas ganen tamaño. Invierte en talento joven (estudiantes universitarios o de FP), así como en startups en las que hay al menos una mujer en el equipo directivo. En este punto, hizo un llamamiento a las mujeres para que sean parte de la economía, para que se formen en temas económicos e inviertan en empresas de su municipio, de su provincia: «Así empezamos a comprender el mundo de la empresa y a no estigmatizar a los empresarios», aseguró.