Tres barcos robados en dos semanas en Fuengirola: «Supe que se lo habían llevado por un amigo, creí que era cachondeo»

Irene Quirante

Viernes, 12 de agosto 2022 | Actualizado 22/09/2022 16:41h.

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El año pasado José Luis, malagueño de 33 años, decidió comprar a medias una embarcación con un amigo. Era una ilusión que tenía para salir a navegar con su familia en los días libres, cuenta. Finalmente, con un dinero que tenía ahorrado, adquirieron una nave de segunda mano de la marca Saver.

El segundo propietario del barco tenía la intención de usar la nave este martes, por lo que José Luis le indicó el punto exacto del Puerto Deportivo de Fuengirola en el que la había dejado atracada tras su última salida. Pero su amigo no la encontraba y, tras un largo rato intentando dar con ella, lo llamó para decírselo.

Allí no estaba, le indicó. «Pero cómo no va a estar ahí, chiquillo... ¿Estás de cachondeo, o qué?», le respondió José Luis, sin poder creer lo que estaba escuchando. Pero no era ninguna broma. «A las nueve del sábado estaba allí, pero a las nueve del día siguiente ya no había ni rastro», sostiene.

Su barca fue sustraída en torno a las 6.40 horas de la madrugada del domingo, según comprobaron los responsables del recinto náutico a través del visionado de las cámaras de seguridad, como relata el perjudicado. «Le hicieron un puente en la zona de mandos y se la llevaron», cuenta José Luis. Nada más enterarse acudió a denunciar los hechos.

Los primeros indicios, al parecer, apuntan a que la nave de José Luis pudo ser utilizada por los perpetradores del robo para emplearlas en actividades ilícitas. Supuestamente, varios testigos que se encontraban el domingo por la tarde en la playa presenciaron cómo llegaba la embarcación, bajándose a toda prisa un grupo de personas y dejándola allí tirada al quedarse sin gasolina.

Varios casos

Según ha podido confirmar SUR, José Luis no es la única persona a la que le desapareció el barco cuando estaba atracado en el puerto de Fuengirola. En las dos últimas semanas se han producido al menos tres robos de naves que estaban en este mismo emplazamiento, lo que ha dado lugar a la apertura de una investigación en la que están trabajando agentes de la Policía Nacional.

José Luis, por suerte, supo donde se encontraba la embarcación solo unas horas después de que él tuviera constancia de la sustracción. Según denuncia, se enteró de que la habían dejado varada en la costa de Casares gracias a la movilización que llevó a cabo a través de distintas redes sociales, pero no porque las autoridades hubieran contactado con él.

«La Guardia Civil la encontró y dejaron el motor precintado, pero nadie me llamó para comunicármelo... si no llega a ser por las redes, seguiría sin saber dónde está», se queja. No entiende cómo, pese a que la embarcación está perfectamente numerada e identificada, nadie se puso en contacto con los propietarios una vez que fue localizada en la playa.

Los responsables del robo, lamenta José Luis, se llevaron el motor de la nave y los chalecos salvavidas, además de cometer varios destrozos en la misma. «Este miércoles me llamaron para decirme que podría retirarla cuando quisiera; pero... ¿Cómo quieren que la mueva, con una grúa?», se pregunta indignado.

Toda la situación, comenta José Luis, es como mínimo «surrealista», además de suponer un quebradero de cabeza. Finalmente, a pesar del disgusto, los copropietarios contrataron este jueves a un camión pluma para poder trasladar la barca hasta un remolque y poder guardarla, sin apenas haber podido disfrutar de ella desde que comenzó el verano.

«La mala suerte que hemos tenido es que tenía el motor roto y hace solo un mes que pudimos ponerle otro», señala José Luis. Ahora tendrán que buscar otro motor para la embarcación y en un momento en el que su precio en el mercado, asegura, está disparado al haber escasez.

Hasta el año que viene, indica, no cree que vayan a tener el barco listo para volver a salir al mar. «Soy una persona que se dedica a trabajar, a ganarse sus bienes honradamente», agrega, todavía incrédulo con toda la situación. Su esperanza es que pillen a los autores lo antes posible «porque no hay derecho a esto».