Roban en una docena de casas de Alhaurín de la Torre: cuatro asaltos en una noche

Los asaltantes, de acuerdo con los damnificados, están perpetrando los robos por la noche, aprovechando la oscuridad que hay en la zona. Para ello, relatan las víctimas, acceden a los complejos residenciales dañando la alambrada exterior de alguna de las parcelas, tras lo que van en busca de alguna ventana abierta, sin dudar en destrozar las cerraduras para colarse en el interior de los inmuebles. Una vez dentro del recinto, van saltando de una vivienda a otra, aseguran.

Solo en la noche del pasado viernes día 27 de septiembre, al parecer, asaltaron al menos cuatro domicilios del Lagar de las Pitas. Una de las casas fue la de Alba (el nombre es ficticio), aunque en ese instante no había nadie en su interior. «Nos saltó la alarma sobre las 23.00 horas», dice la damnificada, quien al día siguiente fue a denunciar al cuartel de la Guardia Civil, donde coincidió con los vecinos de otros tres inmuebles de la zona.

«Accedieron a otras dos casas y lo intentaron en una más, pero había una mujer con su hijo y se puso a chillar, eso parece que los ahuyentó», explica. Según afirma Alba, las cámaras de seguridad de su inmueble captaron cómo dos encapuchados entraban en el domicilio con guantes para evitar dejar huellas. Los vecinos de esta parte del Romeral ya han creado un grupo de WhatsApp, ya que estos hechos han hecho que cunda la alarma.

En el caso de la urbanización Huertas del Romeral, los primeros robos se produjeron entre la última hora del pasado 12 de septiembre y la madrugada del 13, según señala Mario (nombre ficticio), uno de los perjudicados. «No quedó ni un cajón que no tirasen al suelo, van con la intención de desvalijar». El hombre explica que se trata de su segunda residencia por lo que no guardaba efectos de gran valor en este domicilio, aunque los ladrones, tras poner la casa patas arriba, huyeron con algo de dinero en efectivo.

Él se enteró del asalto al día siguiente, tras recibir la llamada de su vecina, a la que también robaron. «Esa noche se pusieron las botas, pasaron por tres casas», dice Mario. Como indica, lo peor en su caso no es lo que se llevaron. «Lo malo es la preocupación, que ya no sabes cómo te vas a encontrar la vivienda».

En el caso de Juan (su nombre también es ficticio por temor a posibles represalias de los ladrones), el robo se produjo en menos de lo que dura una cena. Su esposa y él habían salido a un restaurante con unos amigos y, al regresar, se llevaron la desagradable sorpresa. «Nos encontramos la casa hecha un desastre, parecía que había pasado un huracán», mantiene el afectado.

Según relata, cuando se disponía a entrar a su parcela se dio cuenta de que algo no iba bien porque la verja no abría con el mando. «Me bajé del coche y vi que habían machacado la cancela», expone. En ese instante, una patrulla de la Guardia Civil que pasaba por la zona comprobó el estado de la entrada, por lo que fueron a inspeccionar el inmueble, que encontraron con la puerta abierta y las luces encendidas.

«Lo que vimos al entrar era dantesco, estaban todos los cajones abiertos y todo tirado por el suelo», asegura Juan. Lo que más le ha dolido, cuenta, es que los ladrones huyeron con varias reliquias familiares, cuyo valor sentimental, indica, es incalculable, como un reloj que perteneció a su abuelo o cadenas que eran de sus tías. También hallaron dinero que su mujer había ahorrado con la ilusión de comprarse una máquina de coser.

Estos robos, como reconoce el presidente de la comunidad, Manuel Hinojosa, está dando lugar «a una especie de psicosis» entre los vecinos, ya que a los nueve robos consumados, indica, se suman otros tantos que han quedado en grado de tentativa al ser sorprendidos los ladrones por los moradores. Él mismo, dice, intenta salir lo menos posible del domicilio por temor a los asaltos.

Según han confirmado a SUR fuentes del Instituto Armado, estos asaltos han dado lugar a la apertura de una investigación para poner nombres y apellidos y arrestar a los autores. De acuerdo con las mismas, son varias las denuncias que se han recibido en estos días, aunque en una cifra inferior a la indicada por los afectados.

De momento, los vecinos están solicitando reuniones con el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre para reclamar más presencia policial por la zona del Romeral, así como para mejorar el alumbrado, entre otras medidas orientadas a ahuyentar a los cacos.