Olivia Valère: «No tenemos enemigos. Sospechamos de alguien de la competencia»

Charo Márquez

Marbella

Miércoles, 20 de mayo 2020, 17:20

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«¿Es esto Chicago? En estos momentos en Marbella están pasando cosas muy raras». Son las primeras impresiones de la empresaria Olivia Valère que muestra su sorpresa tras confirmarse que el incendio que en la madrugada del martes afectó al club de playa regentado por su hijo en Nueva Andalucía, ha sido intencionado. Recalca que en sus 30 años de negocios en la Costa del Sol «nunca nos ha pasado algo como esto».

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Confirma que se empleó algún combustible para iniciar el fuego en el Club Naô Pool, justo la noche antes de que se produjera la reapertura del establecimiento, lo que refuerza la idea de un sabotaje. «No tenemos enemigos. Seguramente ha sido alguien de la competencia», señala la empresaria.

A las tres de la madrugada una llamada despertó a Olivia. Era el vigilante de seguridad del club que le avisaba de que el recinto estaba en llamas, después de haber alertado a bomberos y policía. Valère agradece a los bomberos de Marbella su rápida actuación. «Gracias a ellos sólo se ha quemado un 30 por ciento. Si no hubiesen llegado tan rápido, se habría quemado todo, porque la mayoría es mobiliario y pérgolas de madera», advierte.

«Me parece horrible que haya delincuentes y sinvergüenzas que, en esta situación de epidemia, no tengan corazón y actúen de esta manera«, lamenta, al tiempo que recuerda que desde hace 15 días el equipo del club trabajaba para poder abrir con todas las medidas de seguridad requeridas durante el estado de alarma.

Explica que, una vez sofocado el fuego, todos los empleados comenzaron a limpiar y a retirar el material quemado para poder atender a los clientes a la hora prevista del día siguiente. «Estábamos muy ilusionados con poder volver a salir, a aliviar el confinamiento, almorzando en un lugar con tanta alegría». Y finalmente fue posible ya que el club cubrió todas las reservas.

Comenta que la noticia sobre el incendio se propagó más rápido que las llamas por todo el mundo pues recibió llamadas de amigos y clientes desde Nueva York, Colombia y hasta de un jeque de Arabia Saudí que creían que era su discoteca la que había sido pasto del fuego.