A prisión por reducir a escombros el interior de la casa del anciano al que cuidaba y robarle 5.000 euros en Fuengirola
El sospechoso habría derramado antes de irse un cubo de agua fría sobre la víctima, que está en silla de ruedas, tiene párkinson y no puede expresarse
Cuando su mujer entró por la puerta, lo encontró aterido detrás de una montaña de muebles destrozados. Estaba totalmente empapado porque alguien le había echado ... por encima un cubo de agua fría. No había podido secarse porque tiene movilidad reducida y necesita una silla de ruedas para desplazarse. Con las pocas fuerzas que le quedaban, el anciano trataba de secarse la sangre de un pequeño corte que se hizo con un trozo de loza de la vajilla, que estaba hecha añicos por el suelo.
El hombre, de 80 años, tampoco podía verbalizar lo que le había sucedido, probablemente por culpa del párkinson. Sólo su mujer, gracias a la complicidad de los años, logra entenderlo. Y sólo a ella pudo expresarle quién había hecho todo aquello. Quién había reducido el interior de su casa a escombros, lo había vejado a él derramándole un cubo de agua sobre la cabeza y les había robado los casi 5.000 euros que el matrimonio guardaba en su domicilio.
El presunto autor resultó ser, precisamente, la persona a la que habían contratado para cuidarlo. Un individuo de 37 años y de origen colombiano que, gracias a la rápida actuación de la Policía Nacional, pudo ser detenido sólo unas horas después del suceso, que tuvo lugar en un piso del centro de Fuengirola. El Juzgado de Instrucción número 2 de dicha localidad, que se encuentra en funciones de guardia, acordó el pasado miércoles su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.
los hechos se remontan a la mañana del martes 4 de febrero. La mujer salió del domicilio para ir al médico y dejó a su marido con el cuidador, que llevaba mes y medio trabajando en el domicilio. Cuando ella volvió a casa, sobre la una y media de la tarde, se encontró el interior del piso reducido a escombros. Muebles destrozados, sanitarios hechos añicos, sofás desvencijados... Y todo en presencia del anciano.
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La sala del 091 de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Fuengirola recibió una llamada que alertaba de la situación. Cuando llegaron los primeros agentes, fueron recibidos por la esposa de la víctima, que es algo mayor que él, y por los vecinos, que no daban crédito a lo sucedido. Tampoco los médicos que acudieron a atenderlos.
Ante el volumen de los daños, completamente inusual, los funcionarios de la Brigada de Seguridad Ciudadana pidieron a la comisaría que enviara a los especialistas de Policía Científica para que realizaran un exhaustivo examen fotográfico del estado en que se hallaba el interior del piso para aportarlo al atestado que se acabaría entregando en el juzgado. Sólo así su señoría podía hacerse una idea de la dimensión del destrozo.
Tras conversar con la mujer, que a duras penas consiguió que su marido le señalara al supuesto responsable, los policías nacionales organizaron una batida para localizarlo lo antes posible. Horas más tarde, recibieron información de que se encontraba en las inmediaciones del domicilio de la pareja de octogenarios, por lo que acudieron rápidamente en su busca. Fue detenido sobre las cinco y media de la tarde del martes. Los hechos por los que fue enviado a prisión podrían constituir un delito de daños agravado. También se le investiga por la presunta comisión de un delito de hurto y de un delito leve de lesiones. El detenido se acogió a su derecho constitucional a no declarar, mientras que se espera que en los próximos días puedan prestar declaración los miembros del matrimonio de avanzada edad a cuyo miembro prestaba sus cuidados desde hacía un mes y medio, aproximadamente.
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