El crimen organizado da el salto a las criptomonedas para proteger sus beneficios en la Costa del Sol
La rapidez con la que se mueven estas divisas a través de distintos países dificulta la investigación patrimonial del crimen organizado
«Estamos detectando una migración completa de lo físico a lo virtual; lo vemos en todas las áreas de la vida, por tanto también en ... el crimen organizado». Habla José Manuel Rando, inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional de Málaga (UDEV). Él y Marcos Romarís, inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Fiscal y Económica (UDEF, sección que depende de la UDEV) viven en contacto diario con las formas más complejas y sofisticadas del mundo criminal. Las investigaciones y operaciones más recientes les han permitido ver de cerca cuál es la última tendencia entre los narcotraficantes de la Costa del Sol, un nuevo enemigo en la lucha contra las bandas organizadas: las criptomonedas.
Rando y Romarís equiparan el salto de las redes criminales al bitcóin y otras divisas virtuales con la tendencia tecnológica que experimenta la sociedad en su conjunto. «Igual que antes se compraba en un comercio tradicional y ahora vamos a lo virtual, en las especialidades delictivas ocurre lo mismo, y en el narcotráfico especialmente», apuntan.
Por eso, en las redadas, donde antes encontraban montones de dinero en efectivo, ahora también hay fondos en divisas encriptadas, depositadas tal vez en un servidor extranjero, en el monedero virtual de un teléfono móvil de uno de los investigados o en un paraíso fiscal. «Cada vez es más habitual encontrar en las entradas y registros fondos de dinero virtual, de los que su cotización varía mucho en cuestión de días«, apuntan los agentes.
¿Cómo afecta esta nueva tendencia a la investigación del narcotráfico? «El dinero virtual es mucho más difícil de rastrear que el efectivo, infinitamente más», indica Romarís. Cuando los agentes siguen la pista de un fondo encriptado, una acción desde España puede llevarles de forma inmediata a cualquier otro país. «Pulsar un botón aquí puede tener repercusión en Singapur pasando por tres servidores en tres estados distintos», describe Rando.
Esa volatilidad y deslocalización de la divisa digital pone por delante infinidad de palos en las ruedas de cualquier investigación patrimonial: «Una gestión aquí rápidamente cruza medio mundo, las peticiones judiciales se complican, hay comisiones rogatorias de por medio...». El uso de criptomonedas dificulta a los agentes la trazabilidad del dinero, es decir, su seguimiento a través de los bienes de las redes criminales. Sin embargo, la presencia de fondos encriptados permite a los agentes imputar con mayor facilidad el delito de blanqueo de capitales. Por tanto, los investigadores necesitan adaptarse a los nuevos movimientos de dinero encriptado.
Romarís tiene una visión muy clara sobre el uso de las criptomonedas por parte de las redes criminales: «Estamos llegando a un punto de inflexión en el que los organismos internacionales y los estados tienen que tomar decisiones de carácter administrativo para controlar las divisas virtuales y evitar la aparición de paraísos virtuales, como ya ocurrió con los fiscales». El inspector jefe de la UDEF añade que en torno a las criptomonedas se ha instalado un «mercado ilícito» con un «trasfondo de crimen organizado», por lo que el intercambio de divisa encriptada a otra de curso tradicional es el punto más crítico para dar con los delincuentes y su patrimonio.
Además, a raíz de la proliferación de esta divisa se han conformado «estafas piramidales» que llevan a muchos inversores a comprar criptomonedas que no tienen ningún valor. «Son redes que se van autofinanciando», apunta Romarís.
Narcotráfico y pandemia
Los dos inspectores coinciden en que la pandemia está afectando a las redes de narcotráfico de la misma manera en la que el virus incide en la sociedad. El apartado logístico de las redes se ha puesto patas arriba con el confinamiento, los cambios de hábitos de consumo y la dificultades del transporte que imprimen las restricciones de movilidad. «Hay mucha incertidumbre y ellos se tienen que adaptar, igual que nosotros», apunta Rando. Romarís, no obstante, asegura que en el apartado económico, el Covid-19 no les ha obligado a cambiar sus hábitos, ya que en la parte patrimonial los bienes «siguen fluyendo».
Expertos y especialistas para lavar el dinero mediante divisas virtuales
A la hora de analizar el alcance y la capacidad delictiva de una red criminal organizada, los investigadores utilizan una serie de indicadores conocidos como factores de calidad. El primero es la violencia. Otro de los más importantes es el aislamiento de los individuos con respecto al hecho delictivo, ya sea mediante terceras personas físicas o jurídicas interpuestas que dificultan la conexión del ilícito con el sujeto. El uso de las criptomonedas se ha convertido en un gran vector de aislamiento, y para ello los narcos cuentan con «despachos especializados» que enredan los hilos de la maraña, explican el inspector jefe de la UDEV, José Manuel Rando, y inspector jefe de la UDEF, Marcos Romarís.
Este fenómeno coincide con la conocida atomización del narcotráfico:grupos criminales de menor tamaño que se especializan en las distintas fases logísticas de su actividad. Por la parte económica y patrimonial ha aparecido en los últimos tiempos la figura de los expertos en criptomonedas y otros sistemas con los que proteger los bienes de las redes.
El uso de estos grupos especializados tiene muchas capas:económica, contable, financiera, informática... «Es cada vez más habitual que las organizaciones tengan especialistas a su servicio para hacer circular el dinero generado por la actividad delictiva», subrayan los inspectores.
Un ejemplo de esta especialización quedó patente con la detención del conocido narcotraficante Mario A. H., representante del Cartel de Cali en Europa. La caída de la organización sudamericana y su paso por prisión le llevaron a reinventarse, así que se convirtió en un experto en la parte económica del tráfico de drogas. Su mayor especialidad era blanquear el dinero obtenido de forma ilícita por parte de las redes criminales a través de las criptomonedas.
Mario fue detenido en Marbella el pasado mes de noviembre por parte de la Policía Nacional. El narco había creado una empresa específicamente para esta actividad con la que podría haber movido más de seis millones de euros, según indicaron las autoridades tras el arresto.
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