Se entrega tras atrincherarse en su edificio con un cuchillo al cuello en La Cala del Moral

Durante unas horas, un mando del Instituto Armado, que es psicólogo y especialista en negociaciones de este tipo, conversó con el hombre para convencerlo de que depusiera su actitud y entregase el cuchillo, que se colocó en el cuello, justo debajo de la barbilla, y con el que estuvo amenazando con autolesionarse si los agentes se acercaban a él. Finalmente pasada la una de la tarde, el hombre deponía su actitud y salía escoltado por las fuerzas de seguridad.

SUR ha presenciado el traslado del hombre hasta la ambulancia. Se encontraba en buen estado y salía acompañado de numerosos guardias civiles que han conseguido que no cumpliese con sus amenazas. Con el hombre a salvo, los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil han compartido gestos de complicidad, sabedores de que la operación se había cerrado de forma limpia, sin heridos ni altercados.

La secuencia de los hechos arranca a las siete de la mañana, cuando se declaró un incendio en un edificio situado entre las calles Hermanos Álvarez Quintero y Manuel Altolaguirre, en el núcleo rinconero de La Cala del Moral. Hasta el lugar se desplazaron efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB), que no tardaron en sofocarlo.

En esa primera parte del suceso, al que acudieron numerosas dotaciones de Guardia Civil y Policía Local de Rincón, sólo hubo que atender por una crisis de ansiedad a una mujer que abandonó el edificio en una silla de ruedas.

Los efectivos desplegados en el lugar comprobaron que el fuego se había originado en un estudio de la primera planta cuyo inquilino es un hombre de unos 60 años. Cuando los agentes fueron a pedirle explicaciones por lo ocurrido, ante las sospechas que tenían de que había sido intencionado, el individuo reaccionó huyendo escaleras arriba del edificio, que tiene siete plantas.

Según relatan fuentes cercanas al caso, el hombre ha subido hasta la última planta del bloque y se ha atrincherado en el rellano del tramo de escalera que da acceso a la azotea del mismo. Unos metros más abajo se encuentran, bloqueando la salida, los guardias civiles que tratan de convencerlo de que se entregue sin autolesionarse.

Las fuentes consultadas indicaron que el hombre podría padecer una enfermedad mental de la que habría sufrido un brote, extremo que tendrá que confirmar la investigación abierta por el Instituto Armado.