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Caía la tarde en Málaga. Sobre las ocho y media, en Pedregalejo empezaban a cruzarse los que se marchaban tras darse un baño con los que llegaban para cenar y tomar algo en los bares a pie de playa. Entre ese trasiego de toallas y bermudas, una pareja de jóvenes se dirigió a uno de los bazares que pueblan calle Bolivia para comprar algo. Iban sin mascarilla y, tal y como han denunciado los propietarios, cuando se les impidió el paso al local por no cumplir con las normas, el chico la emprendió a golpes con el tendero.
La víctima, que prefiere preservar su nombre, sólo pudo defenderse. La agresión se produjo el pasado sábado y, según su relato, fue breve y no quedó registrada por las cámaras de seguridad, ya que el ataque tuvo lugar en el exterior del local –el sistema de videovigilancia enfoca únicamente lo que ocurre en la tienda–.
Los dos jóvenes se marcharon a la carrera. Según la denuncia de la víctima, que ha relatado los hechos en declaraciones a SUR, éstos iban acompañados de un grupo más grande que, al parecer, no intervino en el altercado. Además, explicó que ni el atacante ni sus amigos eran clientes habituales.
La agresión llamó la atención de varios vecinos –como pudo comprobar SUR el mismo día de los hechos–. En pocos minutos, varios vehículos policiales se desplegaron por la zona en busca de los sospechosos, a la vez que atendían al tendero junto a vario viandantes. Pese a lo aparatoso del ataque, no precisó atención hospitalaria. La peor parte se la llevó en el ojo izquierdo, donde se produjeron varios derrames apenas visibles por la inflamación exterior. Sin embargo, el empresario siguió trabajando, tan solo dos horas después de que ocurrieran los hechos.
La víctima, que trata de restar importancia a la agresión, asegura que desde que la mascarilla no es obligatoria en la vía pública –cuando hay suficiente distancia de seguridad–, se ve obligado a recordarle a muchos clientes que en el interior de locales y establecimientos sí es mandatoria. De hecho, aunque el de este sábado fue el primer y único caso en el que se produjo una agresión, no es la primera vez que hay clientes que se toman a mal el recordatorio desde la aprobación de la nueva normativa.
Desde que las mascarillas llegaron a la sociedad por el Covid-19 han tenido lugar varias agresiones producidas de forma similar a la que sufrió el tendero chino de Pedregalejo. Uno de los casos más sonados se produjo en Mijas, a principios de noviembre del 2020, cuando un joven de 18 años dio una paliza a un hombre que le pidió que se pusiera el protector facial en la cola de una pollería.
La víctima, de 50 años, cayó de espaldas al suelo tras recibir varios golpes que le noquearon. Llevaba unas gafas de sol que, al romperse, le dejaron varios cortes en la cara y sufrió varias lesiones. El joven fue condenado a una multa.
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