

Secciones
Servicios
Destacamos
Para los agentes que investigaban el caso, era prácticamente una certeza. Ahora, las pruebas de ADN lo han confirmado. El cadáver localizado el pasado 6 de junio emparedado en el ático de Torremolinos en el que Marco G. convivió con Sibora Gagani es el de la joven ítalo-albanesa. Así lo informaron este miércoles, 21 de junio, las autoridades policiales a sus familiares. Sibora llevaba en paradero desconocido desde julio de 2014, cuando tenía 22 años, poco después de que pusiera fin a la relación con su presunto asesino.
La Policía Científica también confirmó este extremo al Juzgado de Instrucción número 3 de Torremolinos, competente en materia de violencia de género y sobre el que ha recaído la causa. Según precisaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), los análisis de los restos se realizaron mediante el cotejo del ADN con los familiares de la joven.
El cuerpo de Sibora fue hallado con ayuda de rayos X tras una pared de la vivienda ubicada en la barriada de El Calvario, tal y como el sospechoso confesó de manera espontánea en comisaría unas semanas antes, aunque luego se retractó. Estas manifestaciones las hizo tras ser detenido como supuesto autor del crimen a puñaladas que acabó con la vida de Paula, su última novia y con la que tenía un hijo en común, también en Torremolinos.
Los restos de la desaparecida fueron localizados en el interior de un cajón de madera aglomerado, en el que también había varios objetos que, de acuerdo con la investigación, habrían pertenecido a la joven. Sucedió en la cuarta visita que los policías realizaban al ático para dar con el paradero de la mujer.
Precisamente, fue una alteración de las paredes la pista que condujo a los agentes hasta Sibora, pese al acabado perfecto de la obra. La pericia llevó a los efectivos a comparar el domicilio objeto de registro con el inmueble colindante, descubriendo así que en este último se había construido un armario, hueco que no existía en la casa en la que la víctima convivió con Marco G.
Tras demoler ese muro, localizaron tras el mismo un gran cajón de madera aglomerado. Al abrir la tapa vieron que su interior estaba repleto de cal y que contenía una bolsa de plástico donde había un cuchillo con restos de sangre seca.
Tras extraer la cal con mucho cuidado, los funcionarios hallaron enterrados bajo la misma distintos objetos que podrían haber pertenecido a Sibora. También encontraron un ramo de flores sobre el torso de un cadáver, que se hallaba en el interior de un saco de acampada.
Al parecer, el cuerpo estaba envuelto en bolsas de plástico y en condiciones de «saponificación», aunque los investigadores pudieron deducir que se trataba de una mujer. Antes de que el ADN terminase de confirmar que se trataba de la joven, los policías advirtieron otros indicios que apuntaban hacia esta dirección, como la ropa que vestía el cuerpo y los tatuajes que aún se apreciaban en el cadáver, que coincidían con los de Sibora.
La investigación apunta a que la víctima fue apuñalada por la espalda con el cuchillo que se encontró dentro del mismo habitáculo, que aún conservaba restos de sangre. La inspección ocular de la ropa y el examen forense revelaron la presencia de al menos cuatro heridas de arma blanca concentradas en la parte posterior del torso.
Paula (28 años), la otra víctima mortal de Marco, murió el pasado 17 de mayo tras ser acuchillada por la espalda después de poner fin a su relación con él. Precisamente, fue su crimen machista el que hizo que saltaran todas las alarmas en el entorno de Sibora, que nunca había sospechado de él. La confirmación del ADN ha dejado devastado a la familia, que se aferraba a la esperanza, por pequeña que fuera, de que Sibora estuviera viva.
Fuentes del TSJA precisaron que Marco compareció en sede judicial el pasado martes, donde se le iba a tomar declaración por tercera vez en relación a Sibora. Sin embargo, en esta ocasión se acogió a su derecho a no testificar, pese a que en la comparecencia anterior sí habría respondido a las preguntas que se le plantearon en el interrogatorio.
Tras esta última comparecencia, la juez del caso acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza a petición del Ministerio Fiscal, aunque el sospechoso ya se encontraba en prisión desde el 20 de mayo como investigado por el asesinato a puñaladas de Paula.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.