Abusa de una amiga afectada por el alcohol tras dormir con su novia en una habitación contigua en Ronda

Los hechos sucedieron en abril de 2019. Según se declara probado en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado propuso a varios amigos, entre quienes se encontraba la víctima, ir a una vivienda de su propiedad en Ronda, en la que estuvieron bailando y bebiendo alcohol y luego se quedaron a dormir.

En un momento dado, la mujer y dos amigas, que «en ese momento se encontraban muy afectadas por la ingesta de alcohol», decidieron ir a una habitación para dormir, acostándose las tres en la misma cama, cayendo en profundo sueño. Mientras, señala la resolución, el acusado dormía en una habitación contigua con su novia.

Pero, el hombre se levantó y se dirigió a la habitación de las mujeres, una vez situado junto a la víctima, «aprovechando que se hallaba profundamente dormida, con la clara finalidad de satisfacer sus instintos sexuales y sin contar con el consentimiento» de ella, la violó y volvió a la habitación que compartía con su novia.

Según la sentencia, cuando la mujer despertó, sintió una gran ansiedad, notaba molestias en el interior de la vagina, comentando a sus amigas que creía que la habían violado. Así, fueron al Hospital de Ronda para recibir asistencia y fue reconocida por el médico forense.

Por estos hechos, el acusado ha sido condenado por un delito de abusos sexuales y se le aplica la circunstancia que atenúa la pena de actuar bajo la influencia del alcohol, por lo que se le pone una pena de cuatro años de prisión y la prohibición de aproximarse a la víctima o comunicarse con ella durante cinco años.

Asimismo, se le impone una medida de libertad vigilada que se ejecutará con posterioridad a la pena de prisión con una duración de cinco año, que consistirá en prohibición de aproximarse a ella o comunicarse. En vía de responsabilidad civil, se fija en 6.000 euros la indemnización a pagar por los daños morales causados.

La víctima declaró en el juicio que se encontraba mareada por el alcohol y con sueño, por lo que decidió acostarse en la habitación que compartía con sus amigas, añadiendo que «en sueños notó como alguien le bajaba el pantalón del pijama» y la ropa interior y la violaba.

Si bien dijo que intentó «dar un manotazo para zafarse», estaba en un estado en que «no fue capaz de moverse, ni abrir los ojos ni pronunciar palabra», ya que se encontraba muy afectada por el alcohol. Una versión que «mereció plena credibilidad» al Tribunal que juzgó el caso.

Por su parte, el acusado dijo que salió de su habitación para beber agua y se encontró con la mujer, quien «tomo la iniciativa, comenzaron a besarse cogiéndole ella de la mano metiéndolo en la habitación donde estaban las otras chica» e instando a que mantuvieran relaciones. «Todo lo hicieron con consentimiento de ella», alegó el hombre.