Veloláser: los nuevos mini radares de la DGT que no serás capaz de ver

El nuevo cinemómetro se comercializa bajo la denominación de 'Veloláser' y tiene capacidad para detectar velocidades máximas de 250 kilómetros por hora en los dos sentidos de circulación, una función que lo hace muy útil para combatir las infracciones en las carreteras secundarias. La casa que lo distribuye explica en su página web que el montaje del nuevo radar apenas consume un minuto de tiempo y, una vez colocado, el sistema cuenta con una conexión wifi o 3G/4G que permite recibir las imágenes en cualquier pantalla o dispositivo, ya sea una tablet, un teléfono móvil o un ordenador portátil. Por tanto, puede ser controlado desde una distancia de hasta 50 metros (vía wifi) y transmitir los datos de las infracciones a uno o varios dispositivos a la vez, posibilitando que los agentes puedan recibir en tiempo real las imágenes de los vehículos infractores sin necesidad de estar junto al aparato.

Todas las imágenes que capte serán almacenadas también en una tarjeta de memoria SD de la que podrá ser extraída la información con posterioridad con la misma facilidad que se descargan los archivos de una cámara de fotografías convencional.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles dio a conocer la existencia de los nuevos radares el pasado 22 de febrero y desde entonces han sido difundidas varias informaciones en las que se confirma que la Dirección General de Tráfico ha adquirido 60 dispositivos de este tipo para utilizarlos en todo el territorio nacional.

Tráfico anunció la compra de estos aparatos en 2016. Entonces avanzó que los motoristas tendrían 60 radares ligeros que se instalarían en puntos fijos para hacer controles integrales a los conductores. Pero el cierre presupuestario de ese año paralizó la inversión que ahora ha salido adelante.

El propio director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ha confirmado ahora que la DGT invertirá cerca de 860.000 euros en la compra de «radares láser portátiles para los motoristas» de la Guardia Civil. De ese modo se pretende reducir el número de víctimas mortales causadas por el exceso de velocidad, 300 el año pasado.

Los 60 aparatos han sido suministrados por la empresa Saima Seguridad a un precio muy inferior a los 1.357.620 euros por los que salieron a concurso. El pliego de condiciones del contrato indicaba que cada uno de los equipos debe medir la velocidad de los vehículos en un área de control y disparar su cámara si la velocidad media sobrepasa el límite, de manera que la imagen del vehículo, la velocidad y otros datos queden registrados en un archivo y su visionado sea realizado en un ordenador o tablet

Estos equipos de medición captan velocidades de hasta 250 kilómetros por hora a una distancia de entre 15 y 50 metros en dos carriles de carretera y con temperaturas que oscilen entre los 0 y los 50 grados centígrados.

La batería del dispositivo tiene un mínimo de cinco horas de funcionamiento y los equipos disponen de ordenadores portátiles o tabletas para la gestión de infracciones, además de un trípode de apenas medio metro de altura y un soporte magnético que permite colocar el velorradar en el exterior de un vehículo o en un guardarraíl.

Las prestaciones técnicas permiten también que este tipo de radar pueda ser equipado con un iluminador nocturno infrarrojo que lo hace plenamente operativos por la noche.