La viróloga Margarita del Val: «No hay evidencia científica de que el toque de queda y los cierres sean efectivos»
«Quien toma las decisiones tiene utilizar también la intuición, pero no sé qué consecuencias podrá tener», duda la científica del CSIC
La viróloga Margarita del Val, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO-CSIC-UAM) y coordinadora de la Plataforma Temática Interdisciplinar del CSIC ... en Salud Global que investiga la COVID-19, ya advertía hace unos días que venían tiempos difíciles: «Vamos a volver al confinamiento domiciliario estricto». La viróloga del CSIC nunca ha creído que se pueda frenar al virus en la segunda oleada: «Si no se paró en verano, que nadie piense que se parará en otoño». Ahora, nos vemos inmeresos en una fase «que no ha hecho más que empezar», según sus propias palabras. La reconocida viróloga ha repasado ahora la delicada situación de la pandemia sendas entrevistas concedidas a The Conversation y La Razón, en que el frío será el causante de una subida de casos.
Toque de queda y restricciones
«No hay evidencia científica de si los toques de queda son efectivos», ha asegurado la experta en su entrevista. «Siempre que limites la movilidad de las personas y la posibilidad de que entren en contacto con otras distintas se limitará la probabilidad de contagios, pero no está garantizado y no se sabe qué eficaz será», ha añadido. «Siempre que limites la movilidad de las personas se limitará la probabilidad de contagios, pero no está garantizado y no se sabe qué eficaz será«.
En este sentido, Del Val ha querido dejar claro que no se trata de una crítica, sino de que, basándose en criterios objetivos, no existen pruebas. Por ello, ha añadido que «quién toma las decisiones tiene que avanzar también con intuición». «Puede ser bueno, pero no sé qué impacto tendrá», ha apuntado.
El camino hasta Navidad
El frío ha llegado antes a los países del norte y ha empezado a subir la curva de casos. «Es lo que nosotros estamos empezando a ver, con un pequeño retraso según la provincia sea más o menos fría. Vamos a enfrentarnos a una oleada de otoño. Lo veo por lo que está pasando en Europa y por lo que ocurrió en España en 2009 con la pandemia de gripe A, otro virus respiratorio en una época de pandemia con demasiada gente sin inmunidad», explica la viróloga. Entonces empezó a subir la curva despacio, sobre todo con el frío de Madrid, según empezaba el otoño.
No es exactamente comparable con la gripe A porque ahora, dice, «tenemos medidas para protegernos y, si las aplicamos, podemos pararlo». «La oleada de otoño no es una maldición inevitable, la podemos evitar nosotros. Se puede parar». Las personas mayores este verano no tuvieron su oleada porque se retiraron e hicieron que bajara la edad mediana de los casos de 60 a 38 años.
La prevención muy temprana ya pilla lejos, pero se puede ralentizar suficiente con medidas de prevención de salud pública: higiene, distancia, mascarillas, control del aire, tener cuidado con los sitios cerrados, restringir las burbujas, teletrabajar quien pueda, facilitar el transporte público para que no haya aglomeraciones, dar mascarillas a quien no pueda gastarse tanto, aislar a quienes no puedan hacerlo en hoteles medicalizados como ya hay en Madrid…
¿Cómo llegaremos a Navidades? «Depende de nosotros, siempre depende de nosotros. No es como cuando llega la borrasca, que da igual lo que hagamos. La borrasca de la pandemia la podemos controlar nosotros», dice Del Val. Es verdad que es más difícil en otoño que en verano y Europa lo está mostrando: varios países que prácticamente no tuvieron oleada de verano ahora empiezan a ver más casos.
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