«Me puse muy nerviosa al ver a un desconocido abrazar y coger a mi hija de dos años»
Una madre denuncia que un individuo tocó e intentó aupar a su pequeña en la parada del autobús del colegio, en la plaza Zabalburu
Ainhoa de las Heras
Viernes, 31 de octubre 2025, 08:41
Como cada mañana, Paula había llevado a su hija, de dos años, a la parada del autobús para ir al cole. Eran aproximadamente las nueve ... menos veinte de la mañana de ayer cuando ella y otras tres madres esperaban la llegada del bus de un colegio concertado en la plaza Zabalburu de Bilbao, en la acera de las torres, donde recogen viajeros muchos otros autocares.
Paula, que llevaba a su hija en brazos, la dejó en el suelo un momento. Cuando se giró para buscar a la pequeña, se asustó. «Me quedé en shock cuando vi que un individuo con muy mala pinta y que parecía drogado estaba abrazando a mi hija y quería auparla», admite la mujer.
«Me puse muy nerviosa y empecé a gritar: ¡Suéltala, suéltala!». El resto de las madres también empezaron a reprochar a aquel desconocido que tocara a la niña. Entonces, el individuo dejó a la cría y «cogió las mochilas de otros niños algo más mayores», que también aguardaban la llegada del bus. Los críos empezaron a chillar: «¡Mi mochila!». El hombre, entonces, optó por marcharse.
Una testigo había llamado ya a la Ertzaintza, que cuenta con una oficina de atención ciudadana, en la misma plaza, pidiendo que interviniera ante el revuelo generado. El individuo, de origen senegalés y que llevaba puestas unas chanclas, cruzó la calle hasta la otra acera, que linda con el barrio de San Francisco, y regresó de inmediato acompañado de un segundo individuo.
Mientras se aproximaba de nuevo a las torres, iba profiriendo amenazas dirigidas al grupo de mujeres: «Me he quedado con vuestras caras, racistas de mierda. «Voy a llamar a la Policía». «Que os jodan, ya nos veremos, me he quedado con vuestras caras», enumera Paula en la denuncia interpuesta ante la Ertzaintza por estos hechos.
Precedente
Los patrulleros de la Policía autonómica que llegaban en ese momento identificaron al sospechoso, al que ya conocían de anteriores actuaciones, y le registraron. El hombre empezó a quitarse la camiseta y los pantalones mientras gritaba. Paula decidió acudir de seguido a la comisaría de Zabalburu, donde le recogieron la denuncia por un delito de amenazas. El ertzaina le aclaró que el atestado policial será remitido al juzgado, donde decidirán la calificación jurídica de los hechos.
La mujer supo después que este mismo sujeto ya fue identificado por la Ertzaintza el pasado día 16 de octubre por unos hechos similares. La noticia del supuesto intento de secuestro de una niña en la plaza de Zabalburu se extendió con rapidez por las redes sociales. «Pero, ¿a qué tengo que esperar?, ¿por qué tengo que tolerar que toque a mi hija y que la coja en brazos?», se pregunta la afectada.
La pequeña también se asustó al ver el jaleo montado y escuchar gritar a su madre. «Lo que más pena me dio es que lloraba, pero no se le caía ni una lágrima».
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