La Policía Nacional registra el Materno de Badajoz por la desaparición de fentanilo
Los agentes acudieron este miércoles a las dependencias de paritorio y de farmacia hospitalaria dentro de la investigación de la jueza Biedma
Rocío Romero
Badajoz
Jueves, 4 de diciembre 2025, 13:43
Agentes de la Policía Nacional acudieron la mañana de este miércoles al Hospital Materno Infantil de Badajoz por una investigación que se ha iniciado como ... consecuencia de la desaparición de fentanilo y que fue abierta después de que una enfermera denunciara un descuadre de unas 2.000 dosis. El juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz ha abierto diligencias para aclarar qué ha ocurrido y los agentes recaban documentación que pueda ayudar a esclarecer la desaparición de este potente opiáceo que debe guardarse bajo llave.
Los agentes se personaron ayer en las dependencias del servicio de paritorio poco antes de las doce de la mañana. Tras entrevistarse con algunos de los responsables, como el director médico del centro, acudieron a la farmacia hospitalaria y a la dirección de enfermería para buscar documentación como parte de las pesquisas que desarrolla el juzgado de Beatriz Biedma. Los policías se marcharon una hora y media más tarde, aproximadamente, con la documentación recabada para que la jueza pueda examinarla.
La magistrada inició la investigación a raíz de una declaración efectuada por una enfermera ante la Policía Nacional en septiembre de este año. La visita al centro sanitario de este miércoles se enmarca dentro de la instrucción y es la segunda que se ha producido, tras otro registro que tuvo lugar después de que los agentes escucharan a la sanitaria.
El acta de declaración, al que ha tenido acceso HOY, fue presentada el 22 de septiembre por parte de una enfermera del Servicio Extremeño de Salud que acababa de ser nombrada como supervisora en el servicio de paritorio de este hospital.
Cuando comenzó a recabar información de su nuevo cometido, entró en contacto con otra supervisora de enfermería que le indicó que existía un «descuadre en la sustancia de 'fentanilo' en el servicio de farmacia del Hospital Materno Infantil» y esta misma persona le comentó que «a lo largo de los últimos diez años, aproximadamente, han detectado un 'desfalco' aproximado de dos mil ampollas de fentanilo, las cuales pueden ser de entre tres y cinco mililitros».
La denunciante asegura que esta otra supervisora «le propone que en su nueva labor de supervisión realice unas anotaciones simuladas de uso de fentanilo de unas 20 ampollas diariamente para, según sus cuentas, terminar con el descuadre aproximadamente en unos seis meses».
«Los trabajadores son conscientes de la dejadez»
Esta mujer explica ante la Policía Nacional que el fentanilo y otros fármacos están destinados a la anestesia de las mujeres que dan a luz, «suponiendo que la falta del mismo puede deberse a un mal uso de los libros de control de uso de estupefacientes, si bien tampoco descarta que se haya realizado un mal uso del mismo fuera del ámbito hospitalario». Esos libros se encuentran entre el material que supervisan los agentes.
La enfermera indicó a la Policía que, en el momento de proponerle el puesto, le fue indicado que era muy importante «la confianza y lealtad depositada en ella», así como que cree que «todos los trabajadores del área de paritorio son conscientes de la dejadez de las funciones de cumplimentar el libro de registro, así como que los que han realizado funciones de supervisión saben del citado descuadre de fentanilo». Incluso, apunta que la otra enfermera que le informó a ella del desajuste debía saberlo por «referencias de terceros, debido a que en su planta el uso del mismo es prácticamente nulo, por lo que pudiera ser que alguna persona le ha encomendado la labor de hablar con ella para tratar de solucionarlo».
Además, la trabajadora del SES incide en que al hablar con otros compañeros de trabajo sobre el puesto que ella iba a ocupar le informaron «más que el mal ambiente laboral, las situaciones que se viven las describen textualmente 'como una mafia' pudiendo deberse tal expresión a que se encubren unos a otros en situaciones como las descritas con el fentanilo».
Mediación del Colegio de Farmacéuticos
Al día siguiente de esta denuncia, el 23 de septiembre, la Policía Nacional se dirigió al juzgado de Guardia, como consta en el oficio. Ya entonces, los agentes se habían dirigido al Colegio Farmacéutico de Badajoz para averiguar que el fentanilo está considerado «un opiáceo sintético usado como analgésico y anestésico sujeto a fiscalización» y que debe ser obligatoriamente prescrito por un médico.
Por ello, los agentes piden al juzgado que libre un oficio autorizándoles a personarse en la sede de la Dirección General de Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura con domicilio en Mérida para pedir la documentación anual de movimientos de nueve estupefacientes derivados del fentanilo en los últimos cuatro años.
La Policía Nacional también pidió una autorización para, de forma simultánea, llevar a cabo «una inspección en las propias instalaciones del área de farmacia del Hospital Materno Infantil de Badajoz, con el fin de aclarar la situación puesta de manifiesto» en la denuncia. En esta intervención se comprobarían las unidades de este fármaco existentes y los registros documentales de las mismas.
Hubo un primer registro el 30 de octubre y al menos otro más, que es el que tuvo lugar este miércoles. En estos momentos, sin que la jueza haya apuntado a ningún investigado, tanto la Policía como el juzgado analizan la documentación incautada.
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