Malasmadres, en Málaga: reinvindicación festiva contra el sentimiento de culpa
Laura Baena y su lobby sobre maternidad y conciliación llenan el Auditorio Edgar Neville con cerca de 400 mujeres y un interés común
Que el debate sobre los nuevos roles de la maternidad y los retos en igualdad y conciliación consiga llenar durante más de cuatro horas un ... auditorio como el Edgar Neville y La Térmica, dependientes de la Diputación, con cerca de 400 mujeres y en torno a ese interés común dice mucho sobre la necesidad de impulsar este tipo de foros. También de la fuerza de lobbys como el de Malasmadres, con la publicista malagueña Laura Baena al frente, que ayer estrenaba en la capital un tour temático que recorrerá media docena de ciudades españolas y que se convirtió en una reivindicación festiva contra el sentimiento de culpa y de renuncia que arrastran muchas mujeres que se enfrentan a la maternidad.
Bajo ese paraguas de #YoNoRenuncio que la propia Baena ha convertido en una campaña ya presente en los principales foros de debate nacional, el encuentro de ayer en Málaga abordó de una forma ágil y efectista todos esos problemas comunes a las 'malasmadres': la corresponsabilidad, la igualdad, las nuevas tecnologías o la alimentación, entre otros muchos. Para ello, la anfitriona contó con perfiles muy conocidos y masivamente seguidos en redes sociales como el de Boticaria García (farmacéutica y divulgadora en temas de alimentación) y la psicóloga Patricia Ramírez; pero fue quizás la mesa redonda del tramo final del encuentro la que más luz arrojó sobre esos retos pendientes.
Las protagonistas, tres mujeres malagueñas que debatieron con Baena sobre talento, emprendimiento y conciliación que pusieron sobre la mesa su experiencia profesional y personal. Entre ellas, la periodista de SUR Regina Sotorrío, quien abordó la experiencia de la maternidad desde un trabajo que no entiende de horarios «porque es la actualidad la que manda». En su intervención, Sotorrío compartió con el público las dudas de su entorno en el momento de quedarse embarazada de su hija, que hoy tiene un año: «Me preguntaban que si iba a seguir al mismo ritmo, y aquello me generaba frustración y hasta pena». «Cuando se acabó la baja de maternidad parecía también que se acababa el mundo, pero fue entonces cuando decidí no renunciar», admitía la periodista, quien no obstante insistió que ese 'llegar a todo' es posible «por la corresponsabilidad y porque el padre asume su papel de manera natural. Si no funciona lo de dentro tampoco lo hace lo de fuera», zanjó Sotorrío, quien se ha «liberado» de esa culpa y que ya no se justifica «todo el tiempo por ser madre».
En la misma línea, la ilustradora malagueña Estefanía Martínez, conocida como Pedrita Parker, abordó los retos de ser madre y emprendedora al mismo tiempo: «El emprendimiento es como la maternidad, al principio se ve todo muy bonito, pero luego empiezan a surgir las piedras por el camino», dijo la ilustradora, quien admitió que la «presión» por dar respuesta a sus compromisos la llevó a Madrid a presentar un libro apenas tres semanas después de una cesárea. «Iba que no podía ni andar», admitió Pedrita Parker, que reivindicó también la importancia de contar con un entorno «en el que delegar» pero, sobre todo, «saber hacerlo».
Por último, la presidenta de la asociación de Mujeres Empresarias Amupema, Macarena Regueira, se refirió a la necesidad de que llegue el momento «en que no sea necesario elegir», y para eso pidió más presencia femenina en los puestos de responsabilidad de las empresas. El último mensaje, el de la propia Laura Baena: «Esa culpa la tenemos que dejar hoy fuera».
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