Puerto Vallarta, el Torremolinos de México para el turismo LGTBI

La Zona Romántica de Puerto Vallarta cuenta con bares, clubes, discotecas y terrazas que se adaptan a todas las preferencias y estilos. Así como fiestas. «Vamos todos los años porque tenemos un acuerdo de colaboración, hacemos una fiesta que se llama Torremolinos Bear Fest dentro de su semana de osos», cuenta Antonio Domínguez, creador de este evento, a SUR.

El torremolinense acude desde hace tres años a la ciudad mexicana para promocionar Torremolinos en América, al igual que hacen con Puerto Vallarta en la localidad de la Costa del Sol para darla a conocer entre el público gay europeo. «El público que va es canadiense y estadounidense, además de mexicanos», señala el dueño de Edén Club, quien añade que la temporada alta en cada sitio es cuando la baja en el otro.

Dentro de México, Puerto Vallarta es la ciudad más acogedora y hospitalaria con el colectivo LGTBI, cuenta con policías capacitados en trato a integrantes de la comunidad LGBTI, así como patrullas rosas y kioskos de información para ellos, entre otros servicios. «Puerto Vallarta es como Torremolinos allí», señala Domínguez, además cuenta que el tejido asociativo no es tan grande como en la ciudad malagueña, por lo que el Pride corre más a cargo del tejido empresarial.

Es el destino elegido por estadounidenses y canadienses del colectivo LGTBI para veranear. «Es para todo el colectivo, no solo para osos. Pero nosotros vamos la semana de osos. Como en Torremolinos, tenemos la semana de osos y funcionamos para todo el mundo el resto del año», aclara.

Domínguez señala que en Ciudad de México tienen la Zona Rosa, pero no tienen hotel gay ni un 'beach club' gay como en Puerto Vallarta, a la que considera capital del turismo LGTBI de México. «Madrid y Barcelona tienen hotel gay, pero no playa. Sitges tiene playa, pero no tiene hotel. En pocos sitios hay tanta oferta como en Puerto Vallarta y Torremolinos», destaca.

Después de tres años de colaboración entre Torremolinos y Puerto Vallarta, Domínguez asegura que se empiezan a ver los resultados. «Hemos tenido gente con la que habíamos coincidido allí. Y ellos han recibido gente de Europa, cosa que antes era inexistente. No lo conocían», afirma el hostelero, quien añade que en Estados Unidos conocen Sitges, pero no Torremolinos. «Gracias a esta colaboración cada vez más gente está visitando Torremolinos y conociendo la ciudad», concluye.