El camino hasta Oz
Una de las leyendas más bonitas que el colectivo LGTBI se ha apropiado como suya es la que relaciona la bandera arcoíris con la muerte ... de Judy Garland. De la coincidencia en la ciudad de Nueva York de los Disturbios de Stonewall con el funeral de la actriz –que esto sí que no es un mito– se ha desprendido que nació la enseña de la diversidad. 'Over the Rainbow', el tema central de 'El mago de Oz', es el principal argumento esgrimido para darle validez a una historia que en realidad nunca ocurrió, porque la bandera de seis colores se forjó casi diez años después.
Pero lejos de decepcionarnos, lo que sí debemos entender es que el filme de Victor Fleming es, sin duda, la obra cumbre que nos define como colectivo. Un grupo de personas diversas y solas que se unen en un sendero común, el de las baldosas amarillas, para encontrar algo que se supone que les falta;solo entendiendo al final que el simple hecho de tenerse unos a otros es suficiente para poder ser feliz.
Esta preciosa metáfora se puede aplicar también al camino que hemos recorrido en nuestro país. España celebra con orgullo que el 3 de julio de hace veinte años, el Congreso de los Diputados aprobó el matrimonio igualitario, una ley que para muchos era solo cambiar un nombre, pero que en realidad otorgaba a la comunidad LGTBI los mismos derechos que al resto los ciudadanos. O lo que es lo mismo, nos daba la dignidad que como seres humanos nunca habíamos tenido hasta entonces.
Diez años más tarde de aquella jornada histórica, Torremolinos celebró su primer Pride, el mismo que este año cumple una década. Aquello también fue una devolución de la dignidad a las miles de personas que, pagando o no sus impuestos en la ciudad, habían podido sentir en sus calles lo que realmente significaba ser libre. Aquel primer orgullo con apenas dos carrozas y unas pocas miles de personas rompió con una larga tradición política de ignorar y esconder bajo la alfombra la verdadera esencia (o al menos una de ellas) de lo que era y es Torremolinos.
Puede que ambos hechos no estén directamente relacionados, pero sí hay un hilo invisible que los une. Cuando el Congreso aprobó el matrimonio igualitario, apenas un poco más de la mitad de la población defendía la propuesta. En 2015 hubo una parte (no sabremos nunca el porcentaje) de la población de Torremolinos que no entendió que se celebrara el Pride. Hoy, tanto una cosa como la otra, son cuestiones irrenunciables para la mayoría de ciudadanos. La inteligencia, el valor y el corazón eran las cualidades que los personajes de 'El mago de Oz' pensaban erróneamente que no tenían. Justo lo que hemos necesitado para poder vivir todos juntos felices 'detrás del arcoíris'.
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