Los diagnósticos por VIH en Andalucía se reducen un 10% en un año

Víctor Rojas

Viernes, 29 de noviembre 2024, 20:40

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Andalucía, por primera vez, ha reducido la tasa de nuevos diagnósticos de VIH por debajo de 6 por cada 100.000 habitantes. En 2023, se registraron 507 casos, algo que supone una reducción del 10% –43 casos– con respecto a 2022. El 84% de los casos declarados fueron hombres. La media de edad en hombres fue de 36 años y en mujeres, de 41. Además, el grupo de edad con la tasa más elevada fue el de 30 a 34 años (16,3%). Destaca también que más de un 12% de las nuevas infecciones se diagnosticaron en jóvenes menores de 25 años y un 18% en personas mayores de 50 años. Las relaciones sexuales de hombres que practican sexo con hombres fue el mecanismo de transmisión más frecuente (45%), seguida de las relaciones heterosexuales (22,2%). El dato no consta en el 20% de los casos.

En cuanto al diagnóstico tardío, el porcentaje fue mayor en los casos con mecanismo de transmisión sexual heterosexual respecto a aquellos con transmisión sexual HSH (57% respecto a 45,1%). Asimismo, fue ligeramente mayor en población con país de origen distinto de España (51,2%) respecto a España (50,9%).

Así lo dio a conocer la consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, durante la inauguración del acto organizado por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería con motivo del Día Mundial de la Lucha frente al VIH-Sida en Sevilla. Hernández, en su intervención, renovó el compromiso de de la Consejería de Salud para «avanzar con determinación para que la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y el apoyo psicosocial sean derechos garantizados para todas las personas con VIH, y hacia una Andalucía libre de nuevas infecciones, diagnósticos tardíos y estigma». La responsable sanitaria destacó que existen aspectos «clave» para luchar contra la infección como conocer las vías de transmisión o favorecer el diagnóstico precoz.

Hernández también recordó que más del 95% de los nuevos casos de VIH se producen por vía sexual, sobre todo entre hombres que tienen sexo con hombres, y que un 12% de las nuevas infecciones se dan en personas menores de 25 años. «Hay que reforzar las estrategias de prevención y educación en salud sexual, especialmente dirigidas a la población joven», señaló. Asimismo, se refirió a la importancia de minimizar el diagnóstico tardío –en 2021 se produjo en la mitad de las nuevas infecciones– y aumentar el diagnóstico precoz de la infección como «prioridad fundamental» para frenar la epidemia. Para ello, recordó el impulso que se está produciendo tanto en el ámbito comunitario como en el sanitario, especialmente en Atención Primaria y en los servicios de Urgencias, para garantizar que todas las personas conozcan su estado serológico cuanto antes.

En este contexto, Hernández destacó el nuevo Procedimiento de Atención a las ITS en Andalucía implantado en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para contribuir a un mejor manejo de estas infecciones, muchas de las cuales facilitan la transmisión del VIH.

La promoción de la salud, la formación en salud sexual y prevención del VIH y otras ITS, y las acciones para la mejora de la calidad de vida de las personas que viven con el VIH. Estas son algunas de las iniciativas que puso en valor la consejera y que se llevan a cabo a través del Plan Andaluz frente a las ITS, VIH y SIDA (PAITSIDA), que cumple un año.

La consejera subrayó que este plan aborda la atención integral de las ITS; el chemsex, fenómeno cada vez más presente en determinados colectivos; la ampliación del acceso a la Profilaxis Preexposición (PrEP); el cuidado de la cronicidad y la salud mental de las personas con VIH, y el diagnóstico precoz y la reducción del estigma asociado al VIH.

Durante el encuentro, el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, Jorge del Diego presentó la campaña 'Las mejores relaciones se viven sin prejuicios' a la que se ha sumado Andalucía y que se centra en la lucha contra el estigma y la discriminación asociadas a las personas con VIH. «A pesar de los avances médicos que han convertido al VIH en una enfermedad crónica controlable, los prejuicios sociales continúan afectando profundamente a las personas que viven con esta infección y que siguen siendo barreras significativas para el acceso a los servicios de salud y para el desarrollo de una vida plena de quienes la padecen», expresó.

Así, según el 'Informe de creencias y actitudes de la población española hacia las personas con VIH', el 19% de la población se sentiría incómoda compartiendo espacio de trabajo con compañeros con VIH, y el 36 % de las familias expresan incomodidad ante la idea de que su hijo comparta clase con un compañero con VIH. El rechazo y la discriminación se sustentan en el desconocimiento de la enfermedad y conceptos erróneos sobre su transmisión: el 21,3 % de la población cree que la picadura de un mosquito transmite VIH; así como en la asociación obsoleta del VIH con determinados grupos de población o prácticas no aceptadas socialmente; el 12,6% considera que el Sida es una enfermedad propia de ciertos colectivos sociales o que depende de los hábitos personales.