Sendero del Bosque de las Morillas: Una ruta familiar en Alfarnate donde se puede ver una gran variedad de especies botánicas

Comarca: Axarquía

Municipio: Alfarnate

Nivel de dificultad: Baja. Salvo el primer kilómetro y medio que es de subida, el resto del recorrido es prácticamente descendente o llano. Desde el punto de vista de la orientación se recomienda llevar algún mapa o aplicación, ya que no queda muy claro el camino en el punto en el que se abandona el carril de tierra y se pasa a una senda.

Tipo de ruta: Circular.

Duración aproximada: 1 hora y 40 minutos.

Longitud: 4,8 kilómetros.

Altura mínima: 860 metros.

Altura máxima: 1059 metros.

Lugares de interés próximos: El bosque de las Morillas, el puerto del Malinfierno, el lagar de Olmedo la iglesia de Santa Ana, la ermita de la Monsalud, la Exposición de Juguetes Antiguos, el mirador del Santo Cristo y la antigua Venta de Alfarnate.

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Para comenzar esta ruta hay que dirigirse al casco urbano de Alfarnate y más concretamente hasta el polideportivo municipal de El Ejido. Frente a la entrada al recinto, se verán los carteles de inicio tanto de esta ruta como la del Pico de Vilo (PR-A-267). Ambas coinciden en los primeros metros. En el entorno del polideportivo, que está cerca del colegio, suele haber espacio para aparcar el vehículo.

1Desde el panel descriptivo de la ruta, habrá que empezar a ascender hacia el sur de Alfarnate, con lo que deja a las espaldas el casco urbano. Esta subida inicial permitirá tomar cierta distancia del casco urbano para después poder tener una bonita perspectiva del mismo. Durante el primer kilómetro y medio este tramo coincide con la ruta del pico de Vilo. Así ocurre hasta que se alcanza el punto más elevado del recorrido, cuando se quedan a la derecha unas antenas de telecomunicaciones. El camino hacia el pico Vilo continúa ascendiendo, mientras que éste del bosque de la Morillas abandona el carril ancho para tomar una senda angosta, pedregosa y descendente. Habrá que estar muy atentos para ir por el recorrido oficial, ya que se puede echar en falta alguna baliza de confirmación.

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2El descenso algo pedregoso se convierte más liviano y cómodo al pasar poco después de nuevo a un carril de tierra. A través de él se zigzaguea para atenuar la bajada. Tras unos 700 metros de descenso se llega a uno de los hitos importantes de este camino: el antiguo cortijo o lagar de Olmedo, que aún conserva parte de su estructura. Allí hay carteles que indican que continúa el descenso, con un viraje claro hacia el oeste. Gracias a ello se verá una bonita perspectiva del pueblo vecino de Alfarnatejo. Parte de este recorrido coincidirá a partir de aquí con la etapa de la Gran Senda de Málaga que une a Alfarnate con Riogordo.

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3Desde el lagar de Olmedo el sendero hace una bajada y vuelve a subir hasta llegar a lo que se conoce como el rodadero o puerto del Malinfierno. Se trata de un camino estrecho que va en paralelo al río Sabar. Parte del camino está asegurado por una valla de madera. Aún así no resulta complicado el paso por este tramo, que se hace prácticamente en descenso o en llano. El recorrido por este puerto tiene una longitud aproximada de unos cuatrocientos metros y puede estar en umbría se hace a primera hora de la mañana.

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4Tras dejar atrás Malinfierno, se comienza a caminar junto al Sabar, pero esta vez mucho más cerca y al mismo nivel. Así se llega hasta el conocido como bosque de las Morillas, donde aguarda una gran biodiversidad, sobre todo en lo que respecta a flora. Después de pasar por una densa arboleda donde sobresalen encinas y quejigos, se avista el casco urbano de Alfarnate.

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5El último tramo del recorrido deja atrás el bosque de las Morillas y entra en el casco urbano de Alfarnate por la calle Pozo Rincón. Para llegar hasta el punto de partida, donde se habrá dejado el vehículo, habrá que atravesar buena parte del casco urbano, lo que resulta idóneo para conocer mejor los enclaves más importantes del mismo.

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En este recorrido se pueden ver muchos árboles, como el pinar de reforestación, pero también especies autóctonas, como olivos, acebuches, quejigos, encinas, almendros o algarrobos. También es abundante el matorral mediterráneo y hay amplias zonas dedicadas al cultivo que se aprecian desde cierta lejanía. Además, se pueden ver arbustos que en otoño muestran sus frutos, como el endrino o la zarzaparrilla. Por otra parte, en lo que se refiere a fauna, hay una interesante diversidad de aves gracias a la existencia de distintos hábitats, como el de los roquedales de los tajos calizos que rodean a la ruta o el de los olivares. Así, se pueden ver carroñeras, como el buitre leonado, y rapaces, como el águila calzada. Otras aves que se pueden llegar a avistar son perdices, mirlos, tórtolas, zorzales, gorriones o palomas torcales. A ello hay que unir la existencia de algunos mamíferos, más difíciles de avistar, como tejones, jabalíes, zorros o comadrejas, entre otros. Además, no hay que descartar la posibilidad de ver algún galápago en el cauce del Sabar.

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