Ruta senderista desde Ardales: Sendero Los Jiménez-Fuente Garzón

Para comenzar este itinerario hay que dirigirse hacia el pueblo de Ardales por la A-357. Una vez en el pueblo, lo idóneo es aparcar en la plaza principal o alrededores para después visitar el casco urbano. Eso sí, la ruta comienza en el perímetro del pueblo. En concreto, el panel descriptivo inicial está en el principio de la calle Camino del Río, una vía urbana que se dirige hacia el puente de La Molina. En el entorno también es posible encontrar aparcamiento con más facilidad que en el centro o en sus alrededores.

Desde el punto de partida, se comienza a descender hasta el puente de La Molina para cruzar el Turón. Ahí habrá que pasar por debajo de un puente de la carretera de circunvalación que permite el acceso a El Burgo desde Ardales. Una vez cruzado el puente, habrá que tomar el camino que se dirige a la izquierda. Tan sólo unos cincuenta metros más adelante, estará la primera bifurcación. Cualquiera de las dos opciones sería válida, ya que uno sería el camino de ida y otro el de vuelta. Lo recomendable es hacer primero el de la izquierda, que pasará más adelante por la zona de Los Jiménez.

El sendero, que discurre en todo momento por carril ancho, comienza a alejarse del Turón y a ascender para dirigirse hacia el oeste. De esta forma, tras unos tres kilómetros y medio, se puede ver claramente la antigua fortaleza del Turón. Este castillo, quedará siempre situado sobre un cerro a la izquierda del camino.

Tras pasar junto a la fortaleza, la ruta, que coincide en esta primera parte, con la etapa de la Gran Senda de Málaga que une a Ardales con El Burgo, el camino va virando hacia el noroeste y acentuando sus pendientes. Al mismo tiempo, va dejando atrás una zona más agreste, donde predomina el olivar, por otra más forestal, con pinos de repoblación. Así, se llega al punto más elevado de la ruta, prácticamente en el ecuador, en donde hay un importante cruce de caminos. Justo ahí habrá que girar por el primer carril que hay a la derecha, que es claramente descendente. Además, a partir de aquí este sendero PR-A-91 se separa de la etapa de la Gran Senda de Málaga.

Esta segunda parte del camino es mucho más cómoda, ya que comienza a bajar hacia el pequeño valle que atraviesa el arroyo de la Alberca, afluente del Turón. Para ello, durante algo más de dos kilómetros se caminará por una zona frondosa de bosques, muy umbría, lo que se nota especialmente en invierno. En esa bajada, a la derecha, a unos dos kilómetros del inicio del descenso, se verá un cartel a la derecha que indica una salida puntual del sendero oficial para visitar la conocida como Fuente Garzón. Ésta, se encuentra situada apenas a un centenar metros desde allí. Para ello hay un carril ancho, por el que habrá que regresar.

La Fuente Garzón es una de las más conocidas por los ardaleños. Se encuentra a tan sólo unos metros del antes mencionado arroyo de la Alberca. Es una construcción singular, de la que se desconoce exactamente el año de construcción. El agua suele brotar con poca intensidad, aunque antaño era conocida por proporcionar un caudal más importante. Además, servía incluso para regar las huertas cercanas. Hoy los lugareños la aprecian por la calidad del agua.

Después de haber visitado Fuente Garzón y haber tomado el sendero oficial, el camino continúa cruzando el arroyo de la Alberca y asciende ligeramente para abandonar el bosque de pinos y pasar a recorrer un camino rural, también ancho, rodeado de olivos sobre todo. Desde allí se aprecia en lontananza el casco urbano de Ardales. A partir de ahí el camino se dirige hacia el puente de La Molina, para lo cual se han de recorrer casi cuatro kilómetros de carril prácticamente llanos o ligeramente descendentes.

Una vez llegados al puente de La Molina, habrá que cruzarlo de nuevo y subir por la calle del Camino del Río para regresar al punto de partida. Desde allí se puede visitar los principales lugares de interés del municipio (castillo de la Peña, iglesia de los Remedios o centro de interpretación de la Prehistoria, entre otros) o algunos de los establecimientos donde se pueden comprar los productos que allí se elaboran, como la cerveza artesana Gaitanejo, el aceite de Ardales, las galletas de almendra o los embutidos.

Este recorrido espectacular ofrece una gran biodiversidad, ya que pasa tanto por el río Turón como por olivares o bosques de pinos. Habrá que prestar mucha atención sobre todo a la avifauna, desde pequeñas aves a grandes rapaces o incluso el buitre leonado. En primavera, incluso puede sorprender la presencia del escurridizo cuco, pero también otras muchas especies propias tanto de bosques mediterráneos como de riberas. Así, se pueden ver anfibios como distintos tipos de ranas, peces como cachuelos y barbos, aves como las garzas o incluso algún mamífero como la nutria. En la primera parte de la ruta, por los cerros y el bosque, no hay que descartar ver mamíferos como erizos, tejones, jabalíes o zorros. En lo que se refiere a vegetación, ésta también es muy variada. Además de las propias de ríos y arroyos, hay un denso pinar que atravesar. Tampoco faltan otras especies de interés, como acebuches, olivos y encinas. También de interés botánico pueden verse el tomillo, el romero, el lentisco, la jara o el lirio de invierno.