«Volver a ver a la Esperanza ha sido un momento muy especial»

«Volver a ver a la Esperanza y además aquí en la Catedral ha sido un momento muy especial porque somos muy devotos de la Virgen». Así se ha pronunciado esta mañana un emocionado Cristóbal Albandea tras besar las manos de la Dolorosa que desde este jueves y hasta el sábado está al culto ante el cancel de la puerta del Postigo de los Abades del primer templo de la diócesis en lo que es el reencuentro de la Virgen con Málaga tras peregrinación a Roma.

Albandea ha destacado que ha sido un momento «tan íntimo que no se puede describir con palabras sino que es puro sentimiento donde mirarla a Ella cuesta mucho trabajo porque no se le puede aguantar la mirada».

Unas emociones que también ha vivido Maite Jiménez, que estuvo en la procesión en la capital italiana acompañando a su hijo que es músico de la banda de la Archicofradía del Paso y la Esperanza, pero que al verla de nuevo en Málaga ha experimentado un sentimiento «muy grande». «Antes de ir a trabajar que querido venir a verla y la verdad es que te emociona, se te juntan tantas cosas...», ha apostillado.

«He sentido mucha alegría de que haya venido, de que todo haya salido bien y de que podamos tener otra vez a la Esperanza con nosotros», ha destacado José Antonio Molina, quien ha añadido que en el momento de reencontrarse con Ella lo que ha sentido ha sido «gratitud por todo lo que la Virgen nos da».

Desde que a las 10.30 horas de la mañana ha comenzado el besamanos, se han empezado a formar colas de fieles para pasar ante la Virgen, que también ha despertado el interés y la curiosidad de los turistas que visitan la Catedral de Málaga.

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