Jesús Catalá: «Esta pandemia nos ha enseñado que no podemos poner nuestro corazón en las cosas temporales y materiales»

«Podemos evocar en nuestras mentes el lugar incomparable de la plaza del Obispo ante la fachada de la Catedral, y contemplar los tronos de nuestros titulares que al ritmo de la música son mecidos como grandes naves en medio de un océano de multitudes. Simbolizan la barca de Cristo, la Iglesia, que aunque zarandeada por las tempestades de la indiferencia religiosa, por las persecuciones contra los cristianos y por las catástrofes de la naturaleza, se mantiene firme sin hundirse, salvando a quien se encuentra en ella. No tengamos miedo, Cristo es nuestra única salvación y quien dirige la historia de la humanidad«, afirma Catalá en su alocución.

«Esta pandemia nos ha enseñado que no podemos poner nuestro corazón en las cosas temporales y materiales que, cuando menos te lo esperas, te fallan. Es preciso levantar la mirada hacia Dios que es lo más importante y fundamental de nuestra vida. Cristo es consuelo en la aflicción y esperanza incluso ante la muerte«, añade el obispo, quien concluye pidiendo » al Cristo Coronado de Espinas que nos suba a su barca de salvación y que nos quite los miedos y las angustias. Y suplicamos la protección de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza para que nos acompañe en medio de las dificultades de la vida y fortalezca nuestra esperanza de participar con ella en la vida eterna«.