Myriam Yébenes, CEO de Maribel Yébenes

Técnicas tradicionales y tecnologías de vanguardia en estética

«El yoga facial es un complemento, pero hay tecnologías que consiguen mejor resultado»

-¿Cuáles son los cambios más importantes que ha habido en estética en últimos años?

-Ahora empleamos tecnologías muy avanzadas que consiguen resultados incluso similares a los de la cirugía, pero sin esa parte de riesgo. Y luego hay otra variable más: la irrupción de la inteligencia artificial. Además, se demandan experiencias, tratamientos más sensoriales, porque el componente humano es importante.

-Una de vuestras singularidades es combinar técnicas artesanales con tecnología de vanguardia. ¿Por qué?

-El sector de la estética quizás se estaba olvidando de la parte más artesanal, más manual, para focalizarse en la tecnología, y después de la pandemia la sociedad empezó a demandar otras cosas. Nosotros queríamos dar un salto más y creamos el concepto de MY Blissfulness, poniendo el foco en la experiencia sensorial, sin perder de vista el resultado final, pero trabajando con otro tipo de sensaciones, que es la última tendencia en el sector de la estética.

-Tu madre hablaba de la importancia del tacto y de trabajar con las manos...

-Maribel era considerada 'manos de hada', porque tenía unas manos privilegiadas. Hace cuarenta años trabajaba en cabina utilizándolas, pero sin olvidar la parte de alta cosmética, con principios activos muy potentes. Fue la pionera en introducir técnicas de tecnología muy avanzadas para aquel momento. Las manos eran muy importantes para transmitir sensaciones y, además, hay que tener en cuenta que con una misma tecnología, según esté en manos de una persona u otra, va a haber una diferencia abismal. Nosotros lo personalizamos todo. Cualquiera se puede comprar una máquina, pero saber utilizarla y saber sacarle realmente partido y el rendimiento que necesita cada una de las pieles, ya es más difícil y para eso se necesita profesionalización y muchísima formación, que es a lo que nos dedicamos en mi empresa.

-¿Cómo son esas experiencias en cabinas sensoriales?

-Es difícil de explicar hasta que no lo vives. Trabajamos con los cinco sentidos, sin olvidarnos de ninguno: el tacto, el olfato, el oído, la vista… cada una de las cabinas está tematizada con espacios sostenibles que nos van a recordar muchísimo a la naturaleza y en cada una se vive una experiencia diferente. No quiero tampoco desvelar mucho más, pero todo va variando y un mismo tratamiento se puede realizar en una cabina o en otra y la parte sensorial es completamente distinta. En Maribel Yébenes seguimos innovando después de 50 años, dando excelencia y resultados, porque con las tecnologías actuales se pueden conseguir logros espectaculares, muy semejantes a los de las cirugías.

-¿Qué os piden más: resultados rápidos, naturales, o que no se noten?

-Depende. Por eso hay que hacer un diagnóstico, hablar con cada persona que viene y personalizarlo todo. Hay gente que quiere algo más rápido, otros naturalidad. También se ponen en nuestras manos para que las asesoremos sobre cómo construir todo ese plan de cuidados. Hay que tener en cuenta los estilos de vida y el momento en que están.

-Tenéis vuestra propia línea de productos ¿Cómo son de importantes para cuidarse?

-La cosmética es la nutrición de la piel. Nosotros podemos asesorar, pero si en casa no haces nada, no te limpias la piel, no la nutres... Se nota perfectamente quién se ha puesto muy bien la cosmética y quién no, la persona que sólo se cuida la cara. Parece que al cumplir años ya bajamos al cuello, bajamos al escote o los brazos y las manos… En los centros también asesoramos y les explicamos lo que va a suceder si lo hacen bien y si no lo hacen.

-¿Cuáles son vuestros tratamientos estrella para cara y cuerpo?

-Es muy difícil elegir. A los hombres les preocupan las arrugas en la mirada, el doble mentón y que la parte del abdomen se vea tonificada y marque los abdominales. A las mujeres, el descolgamiento, por eso trabajamos la firmeza, el cuello, la parte de óvalo... Y para cuerpo los tratamientos de celulitis y de tonificación. Así, en general, porque luego hay que personalizar mucho.

-¿Cómo es el asesoramiento?

-Tenemos que conocer su estilo de vida, hábitos de alimentación, deporte y sueño. O ver si están en un momento hormonal importante para determinar qué ha causado ese tipo de necesidad que tiene la piel. También hay que saber la disponibilidad de las pacientes y trabajar las expectativas. Tienen que tener muy claro qué es lo que creen que van a hacer los tratamientos para saber exactamente si podemos conseguirlo o no y en cuánto tiempo. Manejar esa parte de expectativas es súper importante para acertar.

-¿La gimnasia o yoga facial funciona de verdad?

-Tenemos que entender el yoga facial como un complemento. Además, hay que tener cuidado con las técnicas que utilizamos en casa, porque si hacemos maniobras erróneas, en lugar de conseguir un efecto de tensado, desplazamos el tejido y logramos lo contrario. Por eso es fundamental la formación. Y luego hay que tener en cuenta que hoy día tenemos tecnologías muy potentes que te trabajan la musculatura a un nivel que no podemos comparar con el yoga facial, y que consiguen un desarrollo muscular de cara en cinco o seis sesiones. En estética la constancia es fundamental, es como con el gimnasio, que tú puedes ir un mes o dos y te puedes poner bien, pero si dejas de hacerlo, pues poquito a poco el cuerpo vuelve a ser el que era antes. En estética pasa lo mismo, que nos podemos cuidar, pero luego es muy importante mantener el día a día y las rutinas.