Siete cosas que no hay que perderse durante este verano en una visita a Algarrobo

Llegado el verano, sus posibilidades se amplían notablemente sobre todo en su litoral.

Tanto en Algarrobo Costa como en el núcleo de Mezquitilla, en verano se disfruta de playas acogedoras y un amplio y equipado paseo marítimo, donde se puede almorzar y cenar tanto el 'pescaíto' frito y el espeto como platos tradicionales de cocinas más exóticas. Frente al Mediterráneo, este espacio costero, que cuenta también con un varadero desde donde se organizan salidas al mar, hay un punto de encuentro que se puede vivir durante buena parte del día y de la noche.

Por allí discurre la Senda Litoral de Málaga, con algunos puentes y pasarelas notables. Al mismo tiempo, cada verano hay un tren turístico para facilitar las visitas a los lugares de interés.

El municipio en agosto propone numerosas actividades en la últimas horas de la tarde gracias a los programas estivales de Noches Veraniegas y Playeando, en los que se incluyen propuestas deportivas y físicas como voley y tenis playa, pilates, yoga o una ruta de senderismo nocturna para ver las Perseidas (el 10 de agosto en la Pérgola de Mezquitilla). A ello hay que unir música en directo o distintos talleres para públicos de diferentes edades.

A estas propuestas, hay que unir otras tan importantes como el Algarroba Rock (30 de agosto), la Noche Flamenca (29 de agosto) o las ferias de Algarrobo (del 31 de julio al 3 de agosto) y del núcleo de Mezquitilla (del 21 al 24 de agosto).

Claramente torcida, aunque sin riesgos de que se caiga, la Torre 'Ladeá' de Algarrobo Costa tiene una inclinación aproximada de 18 grados. Esto la convierte en uno de los hitos más singulares del litoral de la Axarquía.

Aunque hoy varios edificios residenciales construidos hace décadas le quitan la vista al mar, como otras torres de la costa andaluza, tenía como misión principal vigilar las posibles incursiones enemigas desde el Mediterráneo.

A tan sólo unos metros de la Ladeada, se encuentra otra torre, bautizada por oposición, como la Derecha. El interior de ésta es visitable.

Se encuentra en una finca privada, pero se puede visitar gratuitamente. A tan sólo un paseo en pie desde la playa de Algarrobo Costa, en la carretera que une a este núcleo con la A-7 se encuentra uno de los grandes hitos funerarios que dejaron los fenicios en el Mediterráneo y que vieron la luz hace casi seis décadas.

La necrópolis fenicia de Trayamar, que está declarada Bien de Interés Cultural, es de las más importantes en su tipología en toda la Cuenca Mediterránea. Se puede visitar normalmente en horario de mañana (de 9 a 13 horas), de lunes a sábado. Conviene llamar por teléfono antes.

En el interior, en una segunda línea de playa, que tiene como telón de fondo el mar, se encuentra Algarrobo Pueblo, una villa blanca que se convierte en un trepidante laberinto de calles angostas y empinadas que invitan a caminar y a evitar hacer incursiones en coche.

Desde la parte baja del casco urbano, se pueden ver algunos de sus principales hitos, que, se corresponden casi siempre con edificios religiosos. Así, la iglesia de Santa Ana, con su esbelta torre es la primera parada que hay que hacer en este recorrido peatonal y turístico.

A primera hora de la mañana o a última de la tarde, hay un reto en Algarrobo Pueblo, subir hasta la ermita de San Sebastián. Merece la pena ascender a pie hasta allí no sólo por ver la propia capilla y la zona ajardinada que la rodea sino también por las vistas que desde allí se tienen: desde el propio casco urbano, que queda a los pies, hasta el Mediterráneo que baña los núcleos de Mezquitilla y Algarrobo Costa.

Una visita a Algarrobo Pueblo puede servir para comprar algunos de sus productos tradicionales. El verano aún es demasiado pronto para adquirir los mangos que se cultivan en su territorio, pero es un buen momento para comprar dos elaboraciones muy tradicionales.

Por un lado, están las famosas tortas de Algarrobo de Carmen Lupiáñez, que lleva entre sus ingredientes, aceite de oliva, vino dulce, anís, matalahúga, canela, almendras, harina y azúcar. Además, también es posible comprar vino moscatel de elaboración artesanal.