'Zootrópolis 2', Judy y Nick desentrañan el mayor secreto de la ciudad
«Pienso menos en los grandes números y más en si estamos llegando a las personas», dice Jared Bush, que estrena este viernes la secuela de una cinta que recaudó más de mil millones de dólares en taquilla
Judy y Nick, la coneja y el zorro que hace nueve años desenmascararon a la teniente de alcalde de Zootrópolis gracias a un bolígrafo con ... una grabadora en su interior, están de vuelta. 'Zootrópolis 2' llega este viernes a la cartelera con una difícil misión: alcanzar o superar los mas de mil millones de dólares que la cinta original recaudó en taquilla. No parece, sin embargo, que la presión de los números esté en la cabeza de Jared Bush, guionista y codirector de la cinta junto a Byron Howard. O quizá es que lo disimula muy bien. «Buff, ¿sabes? Es curioso, pero en realidad lo que nos gusta observar es si el público a quien va dirigida la película se está divirtiendo y si la historia resuena con los espectadores. Para ser honesto, pienso menos en los grandes números y más en si estamos llegando a las personas», afirma el cineasta desde un céntrico hotel de Madrid.
Divertida, emocionante y con buenas dosis de acción, la secuela de la cinta de animación de Disney dedica sus primeros minutos a recordar cómo acabó la primera entrega, con el granuja Nick graduándose en la academia de polícia y formando equipo con Judy, para continuar la historia exactamente desde ese punto, siguiendo los pasos de esta dispar pareja de policías en su intento por conocerse mejor y hacer bien las cosas. No será así al principio, cuando el dúo reciba un soplo sobre una operación de contrabando y acabe poniendo la ciudad patas arriba en una persecución a una furgoneta de catering.
Ambos serán retirados de las calles y obligados a asistir a terapia, pero Judy, a la que en España pone la voz Rigoberta Bandini, tiene la mosca detrás de la oreja porque en el interior de ese furgón ha encontrado piel mudada de serpiente, un bicho que no se veía en Zootrópolis desde hace un siglo. Una imagen de un vehículo de la misma empresa de alimentación en la gala Zootennial, la fiesta más glamurosa de la ciudad, llevará a la pareja a infiltrarse en este evento organizado por los Lynxley que celebra el centenario de las murallas climáticas de la ciudad, obra de ingeniería majestuosa que permite que todos los animales puedan vivir en armonía. Comienza así una historia que acabará revelando el mayor secreto de la metrópolis en una trama que tiene inquietantes paralelismos con la ocupación israelí en Gaza.
«Queríamos que la historia fuera la correcta. Tiene que ser algo que entretenga a la audiencia, que te lleve a una experiencia muy divertida, pero también que te haga pensar. Y, sinceramente, eso lleva mucho tiempo y mucho trabajo», explica Bush sobre los nueve años de diferencia que han pasado entre la entrega original y su secuela. Un lapso de tiempo en el que la dupla formada por Bush y Byron Howard estrenó otra cinta, 'Encanto'. «Con esta historia buscábamos que el espectador se implicara con Nick y Judy y su relación, que viera que evolucionaba pero que lo hacía de forma natural y orgánica», desliza el responsable del libreto.
En ese sentido, la cinta hace hincapié en las diferencias de la pareja que al principio parecen insalvables pero acaban superando. También, continúa Bush, «queríamos asegurarnos de sorprender a la gente con escenas muy divertidas, lugares a los que ir y nuevos personajes que conocer». A su juicio, todo se reduce a entender qué estan tratando de contar y asegurarse de que «cuando salgas de la película, hayas tenido un gran viaje, pero también te dé algo de qué hablar».
Nuevas tecnologías
En tecnología, nueve años son un mundo, por eso cabe preguntarle qué aspectos de la cinta hubieran sido impensables hace casi una década. «Un montón de cosas», responde convencido. Sin ir más lejos 'Zootrópolis 2' se ha elaborado con 'Presto', un nuevo software desarrollado Pixar. ¿Su ventaja? «Nos permite hacer que todos los departamentos de la película trabajen en la misma secuencia al mismo tiempo, cosa que antes no podíamos», señala. Eso significa que un animador puede trabajar en una toma al mismo tiempo que lo hace el iluminador o los responsables de los efectos y, además, todos se pueden comunicar mientras tanto. «Esa colaboración es clave porque al final son 700 personas trabajando en una misma película», apunta Bush.
Tiene también sus contraindicaciones: «No pudimos usar los personajes de la primera película. Tuvieron que ser reconstruidos por completo, pero también mejoró la forma en la que trabajábamos juntos, lo cual es muy agradable porque nuestra película trata sobre las diferencias y cómo trabajar juntos a pesar de ellas, así que poder imitar lo que nos pasaba a nosotros fue realmente divertido».
'Zootrópolis 2' está, además, plagada de homenajes al séptimo arte, algunos más esperados, como el de 'Ratatouille', y otros fuera casi de toda lógica, como el que coloca al villano de la película recorriendo un laberinto de arbustos como si fuera Jack Nicholson en 'El resplandor'. «Es que es muy divertido y creo que todos los que trabajamos en esta película amamos el cine. Hay muchos fanáticos del celuloide», cuenta.
No es empresa fácil. Dice Bush que cuando tuvieron claro que harían un guiño a la película de Stanley Kubrick, un equipo tuvo que reunirse para averiguar cómo construir ese laberinto de setos, otro tuvo que decidir cómo cubrirlo de nieve y otro más, cómo destruir lo ya construido. «Pero lo mejor -señala el director- fue Luai, el animador que finalmente animó la toma. Es un fanático de 'El resplandor'. Un día apareció con una camiseta de la película, se acercó a los jefes del equipo y les dijo: 'Por favor, déjenme animar a mí está escena, es lo que más me gusta en el mundo'. Tenemos gente que realmente se preocupa por hacer las cosas bien».
Director creativo de Walt Disney Animation Studios desde 2024, dice que lo que más le preocupa desde que llegó al cargo es la salud del estudio y de las más de 1.300 personas que trabajan en él. «Nosotros prosperamos y contamos las mejores historias cuando la gente se siente segura, cuando las personas hablan entre sí, cuando se sienten creativamente realizadas, cuando sienten que pueden intentar cosas y fallar para encontrar una mejor idea... Todo eso es crucial», asegura. «Hacemos películas llenas de alegría, así que es importante que sintamos alegría mientras las hacemos porque eso se transmite», concluye.
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