Zorraesfera
Una canción es una flor que no necesita jarrón. La belleza efímera sin excusas. Una victoria sobre el silencio. La música que se habla. La ... semana pasada conocimos que Nebulossa con la canción 'Zorra' serán los representantes de España en el Festival de Eurovisión 2024 tras proclamarse ganadores del Benidorm Fest. El grupo está compuesto por la vocalista María Bas y el músico Mark Dasousa. Una canción con demasiado rencor, que quiere evocar una música ochentera enlatada y previsible. Su letra reza: «cuando consigo lo que quiero (zorra, zorra), jamás es porque lo merezco (zorra, zorra)». Se ha convertido en actualidad por conformar un nuevo espacio de confrontación política: la 'zorraesfera'. El primero que la elevó del esperpento fue el presidente del Gobierno cuando expresó que le gusta porque «la canción habla de cosas que compartimos una amplia de mayoría de hombres y mujeres». También se ha quedado prendada de su letra inspiradora la ministra de Igualdad, la desconocida Ana Redondo, que afirmó sin rubor que «rompe estereotipos, rompe moldes, rompe con el edadismo». Ernesto Urtasun, ministro de Cultura, no dudó tampoco en afirmar que es «una canción rompedora, fresca y nueva que nos representará estupendamente». La consigna en la 'zorraesfera' (políticos junto con sus altavoces mediáticos) es generar un debate interesado sobre la resignificación de una palabra para desnaturalizar al feminismo clásico. No interesan tanto las causas legítimas de la mujer, como su vil utilización por parte de determinada política para mantener su discurso de exclusión totalitaria. Así lo han entendido tanto la delegada de Igualdad de RTVE que ha dimitido afirmando que lo que representa 'Zorra' ni es empoderamiento ni feminismo, o la Alianza contra el borrado de las mujeres que señalan el maquiavelismo político de Pedro Sánchez y sus ministros. Andrés Calamaro nos dio la solución hace tiempo: «uno puede mentir y la canción sigue diciendo la verdad».
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