Hemos vivido
Nos hemos contagiado, hemos enfermado y hemos muerto. Nos hemos ido en soledad, nos hemos despedido en soledad y en soledad nos hemos acompañado. Hemos ... pensado que no podía ser. ¡Hemos tenido un miedo! Y hemos llorado. Hemos aplaudido a los héroes, no hemos pitado a los villanos, nos hemos mordido la lengua y nos hemos enfadado como nunca. Hemos sentido miedo, compasión, solidaridad, alegría y enfado. Nuestra casa ha sido nuestra cárcel y nuestro palacio. Hemos aprendido recetas, hemos leído, hemos visto series y hemos pensado que haciendo todo eso, estábamos siendo héroes. Hemos pegado en el cristal cartulinas con letras de colores que decían que éramos felices y no lo sabíamos, y algunos sí que lo sabíamos.
Le hemos dado un nuevo sentido a la frase 'Hola, ¿qué tal estás?' Por la acera de enfrente hemos visto pasar la muerte con su paño oscuro y su camilla, y a los viejos también los hemos visto salir de nuevo el día en que volvieron a la calle, con el miedo y la mano del otro en su mano. Hemos convertido las pistas de hielo en cementerios de Castilla en diciembre. Hemos visto nevar en abril, hemos visto nacer a nuestro último hijo y hemos mecido su cuna entre un millón de ataúdes. Le hemos dado un nuevo sentido a tumbarse boca abajo, a la distancia, a los balcones. Hemos pinchado sesiones de DJ en las terrazas y rutinas de piernas-abdominales-glúteos mientras al vecino del séptimo no le daba tiempo a llegar al teléfono para decir 'Que me muero'. Moría tanto la gente y nosotros nos aburríamos tanto. Pasó la primavera y encadenamos tres inviernos. Hemos comprado gel, levadura y papel higiénico como para llenar un campo de fútbol. Hemos confiado en la ciencia y hemos rezado a los cristos por entre las rendijas de las puertas de las iglesias. Hemos emprendido, amado, nacido, reído, sorprendido, nos hemos jugado la vida, hemos aprendido lo que vale un peine, hemos sido felices entre tantos muertos. ¡Hemos vivido!, digo, y en general nos han pasado tantas cosas que, si nos las hubieran advertido, hubiéramos pensado que eran una broma. Hoy estamos seguros de que el año que viene será mejor y sabemos también que más vale no hacer predicciones.
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