Teoría del allegado
INTRUSO DEL NORTE ·
Un allegado, su mero enunciado, es una entrada al populismo en los hogaresUn allegado. Sienten a un allegado a su mesa. A alguien al que se le tenga especial apego, no necesariamente consanguíneo: allegado es un besugo, ... una sandía que se come un cordobés en Pedregalejo en verano.
Allegado es el Rai y esos animales del centro que van con una guitarra y dientes guadianescos y con el cantinero de Cuba animando al Erasmus, que se cosca poco de lo que pasa. Todos esos son allegados según Salvador Illa, que no se sabe de quién es allegado pero se sabe que está ahí para que, después de las vacunas, el PSC esté donde se le espere: pasando el cazo. Por eso Miquel Iceta está desesperado, porque su vida ha pasado en un bailongo mientras que Illa, que no era una lumbrera, se ha hecho un máster en eufemismo en una lengua que se ve que no es la propia.
Un allegado, su mero enunciado, es una entrada al populismo en los hogares. Convivencia estrecha hemos tenido con Sánchez y con Simón, aunque en el plasma fueran recibidos con babuchazos suaves en los peores momentos de la pandemia. Allegado es también mi perro Lupo, que me pela las gambas en el pinar, el Mele y lo difícil que es el directo. Allegados son los de la plaza Noniná, y allegados serán aquellos que rescataré en las noches más frías: como aquel psicoastrológo argentino que me convidó un 31 a un asado en La Mosca.
El Gobierno sabe que una cosa es un allegado y otra cosa la familia, que es Bildu y Rufián y Otegi. A éstos champán del caro; al allegado champi y colas de gambas con mucho limón para que se le quede el saborcillo en la amanecida del festivo. Los allegados pueden hablar mucho o poco, acariciar al perro o hacer monerías al sobrino.
Al allegado hay que verlo llegar con carita de frío y sueño en un tren de carbonilla y el paquetito de, qué sé yo, de esos Miguelitos de La Roda que tanto le gustan a Chapu Apaolaza cuando se va a hablar de toros por La Mancha.
Mis allegadas, por su parte, hace tiempo que se casaron felices y con hijos: y sé que hay mesas a las que no me debo sentar. Yo estoy muy allegado en estos meses con mi bicicleta, no me separo de ella y vamos coleccionando, sudados, los crepúsculos de este otoño que ha sido tan propicio al amor y al culotte.
En esta teoría aproximada del allegado, que es el espíritu de las navidades presentes, lo principal es no estar solo frente al televisor, que es el Infierno en vida y la reiteración de lo mismo. Yo he cenado con ese otro que siempre va conmigo, que diría Machado. Y la cosa acabó casi en los tribunales.
Yo quiero que Paquirrín sea mi allegado, aunque lo que importa es salir ahí a pescar allegados para los que no hay cierres perimetrales ni 'simonadas' por el estilo.
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