No sólo para el turista
Suele ser frecuente en las ciudades eminentemente turísticas que la preocupación por atraer visitantes llegue a un punto en el que sobrepase a la gestión ... diaria de los temas ciudadanos. Por una parte puede parecer lógico cuando se vive de que el número de turistas sea elevado y, además, con buena calidad. Se quieren atractivos para quienes nos eligen como lugar de vacaciones y superar así a otras zonas que no suelen dormirse en los laureles.
También puede pasar que algunas actuaciones en favor del turista no coincidan con los intereses de los habitantes de algunas poblaciones, sobre todo cuando a los ciudadanos del lugar le faltan algunos servicios esenciales o existen otros importantes por mejorar. Está claro que hace ya tiempo que muchos han perdido la esperanza de ver un tren litoral funcionando desde Málaga a Marbella e incluso Estepona, tren del que se han dicho tantas cosas distintas que han dejado claro que no existe un criterio unánime sobre este proyecto y que conforme pasa el tiempo se va alejando más la posibilidad de llevarlo a cabo.
En todo caso, no resulta nada alentador escuchar al vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo decir en su visita a Marbella que el tren litoral no es en estos momentos prioritario para el sector turístico. Considera que Málaga es una de las provincias mejor comunicadas y hace referencia a las vías aéreas y marítimas, además de la carretera, para la llegada de viajeros. Es cierto que su departamento no es el diréctamente responsable de las comunicaciones, pero sigue siendo el número dos del gobierno autonómico, el denominado del cambio, pero que no ha variado ninguna estrategía en lo que al tren se refiere.
Y en sus declaraciones, dirigidas al empresariado turístico, parece que solamente ha pensado en este sector. Muchos ciudadanos siempre han pensado en el transporte ferroviario como una vía de comunicación necesaria en la provincia para los habitantes de sus localidades, bastantes de ellos trabajadores de la industria turística, que tienen que realizar continuamente desplazamientos, sobre todo entre la capital y varias poblaciones costeras, y no tienen otra alternativa que una carretera cada vez más colapsada. Para estos no valen los aviones o los cruceros y siempre han deseado que poblaciones como Marbella o Estepona dejen de ser de las más pobladas que no tienen tráfico ferroviario.
Las manifestaciones del vicepresidente se realizaban el pasado lunes. Al día siguiente se celebraba el Día del Mayor, una fecha que cada año sirve para conocer estadísticas de situaciones que afectan a las personas de más edad. Algunas de ellas suenan a repetitivas sin que hayan encontrado solución en el tiempo y parecen convertirse en crónicas. Por ejemplo, en Marbella, según datos oficiales, hay ochenta y cuatro personas en lista de espera para conseguir una plaza en una residencia y la media de tiempo para conseguirla es de dos años. No se suele conocer el dato de cuántas no llegan a lograr su objetivo, porque su edad, y también muchas veces sus condiciones de salud, no admiten esperas.
Es una de las cuestiones pendientes desde hace demasiados años. De hecho fue en 1991 cuando la familia Alvarez firmó la cesión al Ayuntamiento del Trapiche del Prado para destinarlo a residencia y ya sabemos los vaivenes que ha ido sufriendo el proyecto, mientras las instalaciones se han ido deteriorando más aún de lo que ya estaban. Eso sí, hay magníficas residencias privadas a las que no todo el mundo puede acceder, aunque haya algunas plazas concertadas que a todas luces son insuficientes.
Está claro que, como decía el conocido lema, al turismo hay que dedicarle una sonrisa, pero también hay que crear las condiciones para provocarla.
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