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Un recuerdo para Aurelio

Martes, 3 de diciembre 2019, 07:45

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En la víspera del Día de la Constitución se cumplirá el primer aniversario del fallecimiento de un marbellí nacido en La Línea de la Concepción: ... Aurelio Almagro Ramos. Nada hacía presagiar una despedida tan rápida y la coincidencia con un puente festivo hizo que, buena parte de quienes le conocían, no se enterasen de la fatal noticia hasta días después. Tuvo tres hermanos: Julio, Carlos y María de la Luz. Los varones tuvieron vinculación con Marbella, en menor o mayor medida. Julio Almagro fue un emblemático periodista en la ciudad, delegado del diario SUR y siempre valedor de las reivindicaciones de la zonz y colaborador en cuanta iniciativa se ponía en marcha para la promoción turística, como fue el caso de la 'Embajada Volante' que, en el mes de octubre de 1968, visitó diversos países de Europa para dar a conocer las excelencias turísticas de la zona. Carlos fue técnico de sonido de Radio Nacional y, durante algún tiempo, desempeñó su trabajo en la emisora que existía en Marbella. También Aurelio muy pronto comenzó a tener contacto con los medios de comunicación, escribiendo en el diario ÁREA, del Campo de Gibraltar, y trabajando como locutor en Radio Peninsular de La Línea. Nacido el Día de la Independencia norteamericana, 4 de julio (de 1940), su vida experimentó un sucedido fundamental cuando conoció a Encarnación Alexander García, con quien contrajo matrimonio el día de la Inmaculada de 1964. En la faceta académica, estudió Graduado Social y posteriormente se formaría en informática. En el Campo de Gibraltar fue secretario del sindicato de trabajadores de Gibraltar. Durante varios años dirigió el hotel Guadacorte de Palmones, cerca de Los Barrios. Esa experiencia hotelera conectaría directamente, una vez en Marbella, con la sociedad que fraguó con José Ortigosa y el hotel de igual denominación, en la actual avenida del Calvario. El antecedente de su hermano Julio, le llevó a trasladarse a Marbella, donde iba a transcurrir el resto de su vida, desarrollando variados cometidos, en los que siempre supo compaginar sus legítimos intereses privados con el engrandecimiento de la ciudad. La faceta empresarial, los medios de comunicación y la política, fueron constantes en su trayectoria vital. Se sintió atraído por el partido que fundó Francisco Fernández Ordóñez, denominado Partido Social Demócrata. Posteriormente se integraría en la coalición, liderada por Adolfo Suárez, Unión de Centro Democrático. Aurelio sería presidente de la agrupación de Marbella. Tras la etapa centrista, se afilió al PSOE donde permaneció hasta el último momento. Siempre fue una persona dialogante y luchadora, considerando que casi todo podía conseguirse con perseverancia, aunque los hechos pudieran apuntar a lo contrario. En ese sentido, una de sus últimas iniciativas fue la creación de una plataforma para demandar la llegada del tren a Marbella y Estepona. Fue apoyada por varios ayuntamientos. Llegó a entrevistarse con Susana Díaz, entonces presidenta de la Junta. Consideraba vital que el turismo de cruceros pudiese llegar a la ciudad. Durante años fue editor de la cabecera periodística 'La Tribuna de Marbella'. Durante la etapa en la alcaldía del socialista Alfonso Cañas Nogueras, mantuvo relaciones comerciales con China, importando desde aquel país. Llegó a aprender algo del idioma. Igualmente desarrolló actividad eficiente en la venta inmobiliaria, en Marbella y en Estepona. En los últimos años se mostró muy preocupado por lo que venía siendo la crónica de una muerte anunciada: el cierre y definitiva desaparición de la Escuela de hostelería Bellamar, un referente que ya es parte del pasado. Intentó, desde su modesta influencia, encontrar soluciones. No llegaron. En alguna faceta comercial y empresarial fue pionero, como ocurrió cuando abrió el primer video club de Marbella, denominado 'Hong Kong'. Durante doce años mantuvo abierta una asesoría en Puerto Banús. Mantuvo una profunda amistad con el abogado y empresario Salvador Guerrero Ramírez, artífice de Elviria y, en más de una ocasión mecenas benefactor del término municipal de Marbella. Con la familia de don Salvador siempre mantuvo la amistad. El ciudadano Aurelio Almagro Ramos se marchó hace un año, en día de fiesta, casi a punto de llegar al aniversario de boda. Un año después, seguramente se echa en falta algún tipo de reconocimiento porque su trayectoria no permaneció indiferente. Alguien podría tener la iniciativa. Sería justo, aunque personalmente estoy convencido de que nunca actuó con la intención de colgarse ninguna medalla.

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